Grecia se hundió en el caos ayer tras un resultado electoral mayoritariamente izquierdista que rechazó a sus dos principales partidos y puso en cuestión el rescate internacional puesto en marcha para mantener al país en el euro.
En principio, parece difícil tomar esto como una señal de compra para la divisa. No obstante, muchos inversores hicieron justo eso con la creencia de que Grecia será obligada a abandonar la unión monetaria, lo que hará al euro más fuerte a largo plazo.
“Puede ocurrir que, en el futuro, sólo aquellos que puedan vivir con las estrictas condiciones requeridas se mantengan en el euro”, según Jim O’Neill, presidente de Goldman Sachs Asset Management.
Adiós a las preocupaciones
“Sobre la base de que estarán sólo los países con mayor influencia, claramente centrados en Alemania, quizá los mercados tienen razón al mirar más allá de los temores actuales sobre algunos de los pequeños países y dejar de preocuparse sobre si se quedan o se van. Siguiendo este razonamiento, dado que el peso combinado de Grecia y Portugal en la zona euro es inferior al 5%, no supondrá nada grave que se marchen”, explica.
“Sobre la base de que estarán sólo los países con mayor influencia, claramente centrados en Alemania, quizá los mercados tienen razón al mirar más allá de los temores actuales sobre algunos de los pequeños países y dejar de preocuparse sobre si se quedan o se van. Siguiendo este razonamiento, dado que el peso combinado de Grecia y Portugal en la zona euro es inferior al 5%, no supondrá nada grave que se marchen”, explica.
El euro cayó a mínimos de tres meses ayer tras los resultados griegos, junto con la victoria del candidato socialista en Francia. Pero la divisa redujo estas pérdidas en dos terceras partes con la apertura de Wall Street.
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