Mauricio Cárdenas habló sobre las dudas que existen en esta iniciativa para reactivar la economía.
En un año de incertidumbre económica, cuando aún no han pasado el riesgo del coletazo de la crisis internacional ni el efecto del desplome interno de la industria, el Gobierno ha anunciado las medidas de un plan para reanimar la economía.
Pese a las metas, como generar hasta 350.000 empleos, estabilizar el precio del dólar, estimular la industria y el agro, reactivar el programa de vivienda de la clase media y ampliar la construcción de vivienda prioritaria, como en todo proceso de expansión, existen dudas. Sobre ellas habló con EL TIEMPO el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
El presidente Juan Manuel Santos pidió no hablar de ‘plan de choque’, porque no estamos en emergencia. Si no es así, ¿por qué no se habían tomado antes estas medidas que los distintos sectores de la economía venían pidiendo a gritos?
Llevamos un par de meses armando un programa estructurado. Vimos la necesidad de darles un tratamiento especial a la industria y al agro después de conocer los resultados del 2012. La demora fue porque las estrategias que se adoptaron salieron de un debate amplio, teniendo en cuenta que había muchas ideas.
Era necesario dialogar primero y después llegar a un consenso sobre lo más conveniente.
Sobre la duda de por qué no se hizo antes, creo que la respuesta es porque no podíamos hacerlo sin escuchar a todos los interesados y no se hizo nada de manera precipitada, sino concertada.
¿Cuál es la razón por la que los fondos de pensiones solo tienen invertido el 6 por ciento en moneda extranjera? ¿Hay algún tope?
No. Los fondos pueden invertir mucho más en moneda extranjera de lo que están haciendo. La regulación se lo permite, pero no lo hacen porque se los está evaluando esencialmente con una fórmula de rentabilidad mínima que solo consulta los rendimientos. Entonces, vamos a pasar a una metodología que analice los riesgos. Esto los va a inducir a tener unos portafolios más diversificados y así salir a comprar dólares.
Esto con respecto a los fondos privados. En el caso del Fonpet, que administra el Gobierno con los pasivos de los entes territoriales, tiene 30 billones de pesos y ni un solo dólar. Vamos a poner este fondo también a diversificar y a comprar dólares. Sumados los dos, tendremos una demanda adicional de 5.000 millones de dólares. Esto ayudará a estabilizar el precio de esa moneda.
En el caso del Fonpet, se entiende, porque son recursos en los que el Estado tiene poder de decisión, pero, en el sector privado, ¿cómo va a hacer para ponerlo a invertir?
En la metodología vamos a decirles que tienen que buscar rentabilidad, pero también diversificación para reducir el riesgo. Hoy no la tienen, están demasiado concentrados en pesos.
Le empezamos a dar ponderación a la variable riesgo, no solo a la rentabilidad. Buscamos una mezcla de rentabilidad y riesgo. Al final, ellos mismos van a ver que les conviene diversificar los portafolios.
Para hacer ese cambio de metodología, ¿qué instrumento jurídico se requiere?
Se requiere un decreto que estamos en proceso de elaboración; lo vamos a colgar en la página web del Ministerio para comentarios; no los vamos a obligar. Les vamos a decir que tienen que reducir el riesgo; para ello deben aumentar las inversiones.
En las AFP existen tres fondos que manejan la plata de las pensiones, de acuerdo con las edades de los beneficiarios. ¿Cuál de ellos deberá invertir más, teniendo en cuenta que hay uno (el conservador) que tiene los recursos de los que ya están próximos a pensionarse?
No les vamos a decir en qué tipo de fondo. Obviamente, deben disminuir el riesgo, en mayor proporción, del fondo conservador.
El dólar continúa débil. ¿No le parece arriesgado invertir en esa moneda la plata que es de los trabajadores para su futuro pensional?
Industria y agro tendrán una retención en la fuente sobre el impuesto de renta (Cree) más baja, y el energético, más alta. ¿Cómo quedan los demás sectores?
Esta aclaración es muy importante. La tarifa de impuesto del Cree es igual para todos, del 9 por ciento sobre las utilidades de las empresas. Como todo impuesto, tiene una retención en la fuente. Esa retención que se hace del flujo de caja de las empresas es la que va a ser diferencial: para la industria y el agro, del 0,3 por ciento, y para el mineroenergético, del 1,5 por ciento.
Al final, todos pagan igual, el 9 por ciento, solo que se les retiene menos a unos para que tengan más flujo de caja. Los sectores distintos a estos quedan en una tarifa intermedia del 0,6 por ciento.
Si el Cree fue aprobado a través de una ley, ¿cómo harán para modificarlo?
La ley establece la facultad para que el Gobierno, por la vía del decreto, determine las tarifas de retención. Es lo que estamos haciendo. Ya la propuesta está en la web para comentarios.
¿Qué tanto margen en ingreso tributario tiene para poder dar tantos beneficios, como el adelanto del desmonte de los parafiscales, mayor rapidez en la devolución del IVA y baja de la retención en la fuente?
La retención en la fuente del Cree la estamos haciendo para poder desmontar los impuestos parafiscales; entonces, es lo uno por lo otro. Vamos a cobrar tres tipos y desmontar más pronto los parafiscales. Vamos a acelerar las devoluciones del IVA permitiendo las solicitudes por vía electrónica para que se puedan tramitar en la mitad del tiempo que se demoran hoy en día. Esto está calculado y no genera costo fiscal. A partir del primero de mayo se empieza a cobrar la retención en la fuente del Cree que reemplaza los parafiscales que se dejan de cobrar.
¿Los 300.000 empleos que generará el plan de choque son adicionales a los que se han prometido?
La economía este año debe generar 300.000 empleos normalmente. A esto se le añaden unos 300.000 adicionales por cuenta del Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo, los cuales, a propósito, son un cálculo de la Andi, no nuestro.
¿Las medidas se aplicarán de inmediato o se tomarán su tiempo?
Hay de diferente tipo. Hay unas que van a requerir traslados presupuestales; por ejemplo, las de darles más recursos a los proyectos de infraestructura. Las 100.000 viviendas adicionales requieren vigencias futuras.
Lo de bajar la tasa de interés al 7 por ciento es algo que puede salir muy rápidamente porque ya tenemos los recursos y es volver a activar el programa que ya existía, el Frech (Fondo de Reserva para la Estabilización de la Cartera Hipotecaria). Esto no requiere ley; ya hay un decreto.
¿En cuánto tiempo se verán los resultados?
Estas medidas se van diseñando a lo largo del año. La meta es que, por todo esto, el crecimiento de la economía sea del 4,8 por ciento en el 2013. Es nuestra aspiración.
MARTHA MORALES MANCHEGO
Redacción de Economía y Negocios periódico el Tiempo Colombia
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