lunes, 22 de abril de 2013

China pone en jaque al consumo mundial y a las grandes compañías

La posición del país como segunda potencia económica del mundo provoca que las compañías con un alto grado de exposición sufran con más intesidad cada vaivén.
 
Hace unos 200 años, un militar y gobernante francés que respondía al nombre de Napoleón Bonaparte proclamó: "cuando China despierte, el mundo temblará" y, a pesar de la anticipación temporal de su afirmación, no andaba mal encaminado. La que antaño fue una economía emergente más, paraíso para las empresas que deseaban aprovechar su potencial, se ha consolidado como la segunda potencia económica mundial y va camino de de ser la primera en unas décadas, por lo que cada vaivén desatado en el gigante asiático repercute con mucha más intensidad en la evolución de las grandes multinacionales. El último susto llegó con una tasa de crecimiento del 7,7 por ciento en el primer trismestre del añon frente al 8 por ciento esperado por el mercado, noticia que tiñó de rojo los principales índices del mundo -en los tres ejercicios anteriores esta cifra llegó a situarse en un 11, un 10 y un 9 por ciento-. Además, el gigante asiático presentó unos datos de producción industrial peores de lo esperado, lo que provocó el desplome de las materias primas.
 
Asimismo, en el pasado ejercicio el aumento de los costes laborales y el parón de la economía desencadenaron que disminuyese el atractivo de China como principal destino de las inversiones extranjeras. "El problema del incremento de los costes laborales en China es algo que estamos viviendo desde hace tiempo. Esto, unido a la apreciación del yuan, lenta pero sostenida, está generando una caída entre empresas que deseen forzar un proceso de fabricación en el gigante asiático.
 
Históricamente, las empresas del sector de manufacturas han tendido a localizarse en China, y los hechos mencionados están generando un cierto resurgimiento del sector en Estados Unidos", señala Daniel Álvarez, analista de XTB.
 
En este contexto, las compañías con un alto grado de exposición a China cada vez sienten más la presión del rumbo político y económico que está tomando el país. "Hay que recordar que la excesiva dependencia de una empresa o inversor de un único mercado siempre implica riesgos", señala Victoria Torre, analista de Self Bank.

La presión hace mella

Los casos más recientes los han protagonizado Apple y Volkswagen. En el caso de la teleco, CCTV, la principal cadena del país, incluyó a la compañía de Cupertino en un programa anual que denuncia abusos de las empresas frente a sus clientes y concluyó que los clientes del gigante asiático están discriminados al comparar las garantías del iPhone en China y en el resto del mundo. Una mala publicidad que podría afectar a la compañía dirigida por Tim Cook en el que es su segundo mayor mercado después de Estados Unidos. Esta semana la manzana más famosa del mundo se ha anotado una caída entorno al 8 por ciento y ha perdido el nivel de los 400 dólares, mientras que en el año ya se deja más de un 25 por ciento. Además, los analistas ya prevén que este año su beneficio caerá por primera vez en una década, hasta los 40.935 millones de dólares.
 
No obstante, CCTV no sólo está poniendo contra las cuerdas a Apple, sino a otras muchas multinacionales, como Volkswagen. Tras aparecer en la cadena china que los vehículos de la automovilística presentaban problemas técnicos, la firma anunció rápidamente que procedería a retirar más de 380.000 automóviles del mercado para revisarlos, lo que sin duda tendrá costes. Además, la noticia se tradujo en bolsa en una caída del 1,86 por ciento. Un cifra que supone un retroceso del 18,01 por ciento si hablamos de su evolución en 2013.
 
Otro caso significativo del riesgo de una alta exposición a un sólo mercado es Yum Brands. El mayor operador extranjero de restaurantes de comida rápida en China se está viendo muy perjudicado por la ola de gripe aviar que vive el país. El próximo martes la compañía presentará los resultados del primer trimestre del año y los analistas esperan un BPA -beneficio por acción- de 0,604 dólares frente a los 0,728 del mismo periodo del año anterior.

Cómo entrar en el mercado chino

Centrándonos en la bolsa china los primeros meses de 2013 no están dejando tan malas sensaciones ya que el CSI 300 consigue avanzar en el año y se apunta un alza del 0,43 por ciento. No obstante, en estos momentos se sitúa en niveles de 2009 y necesitaría escalar más de un 56 por ciento para superar su máximo histórico, marcado en octubre de 2007 en los 5.877,20 puntos. Por otro lado, la bolsa china está un 16 por ciento más barata que en la media de los últimos cinco años ya que su PER -número de veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción- se sitúa en 16,3 veces frente a la media de 19,81 veces -el Ibex 35 cotiza un 13 por ciento más caro que la media del último lustro-. De hecho, hay expertos que se mantienen positivos con respecto al gigante asiático. Mark Mobius, gestor de Franklin Templeton y que atesora más de 30 años de experiencia en los mercados emergentes, prevé que crecerá en torno al 7-8 por ciento anual durante los próximos años. "Una vez que los bancos tengan sus balances en orden van a ser atractivos, ya que están relacionados con el consumo, junto con las compañías petroleras. (...) Cualquier inversión expuesta a los consumidores chinos puede resultar atractiva", señala.
 
Por ello, para aquellos inversores que también se mantengan optimistas con el mercado chino la mejor opción son fondos de inversión de consumo. En esta categoría destaca el JKC Fund LFP JKC China Value P USD que acumula una rentabilidad en lo que va de año del 10,24 por ciento y, entre los cuatro productos que cuentan con más rentabilidad en 2013, es el que requiere una inversión mínima más baja, 500 euros. No obstante, carece de rating de Morningstar. Otra opción atractiva es el BBVA Bolsa China FI. Con una inversión mínima de 600 euros, este fondo luce la máxima condecoración que otorga Morningstar, 5 estrellas. Asimismo, escala en el ejercicio un 1,35 por ciento. Los sectores que más ponderan en la cartera de este producto son el financiero, el inmobiliario y la industria.
 
Una parte importante del consumo chino también pasa por la demanda de productos de lujo, un sector muy impulsado gracias al aumento del poder adquisitivo de la población. Al respecto, los fondos de inversión que no requieren inversión mínima más notorios son el CS SICAV (Lux) Equity Luxury Goods B EUR -con 2 estrellas Morningstar-, el JB EF Luxury Brands-USD C y el Amundi Fds Eq Glbl Luxury&LifeStyl AE-C, ambos con 3 estrellas Morningstar.
 
Por Isabel m. Gaspar
elEconomista.es 21/04/2013

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