viernes, 30 de octubre de 2015

La economía de EE.UU. se enfrió en el tercer trimestre



WASHINGTON (EFE Dow Jones)-—El crecimiento económico en Estados Unidos se desaceleró en el tercer trimestre debido a que las empresas permitieron que los inventarios descendieran y a que el gasto de los consumidores, empresas y administraciones públicas creció a un menor ritmo.

El Producto Interno Bruto, que mide los bienes y servicios producidos en la economía, creció 1,5% en el tercer trimestre, en términos desestacionalizados y ajustados a la inflación, según los datos publicados el jueves por el Departamento de Comercio. La cifra estuvo en línea con las previsiones de los economistas encuestados por The Wall Street Journal.

Este dato del PIB correspondiente al periodo de julio a septiembre supone una fuerte desaceleración respecto al segundo trimestre, periodo en el que la economía creció 3,9%.

En términos interanuales, el PIB avanzó 2% en el tercer trimestre. Esto supone el ritmo más lento de crecimiento en términos interanuales desde el primer trimestre de 2014 y muestra que la economía, que a mediados de 2015 entró en su séptimo año de expansión, sigue atrapada en una tasa moderada de crecimiento.

Muchos economistas buscaron señales de que la fortaleza del dólar y el enfriamiento de China perjudicaron la producción en Estados Unidos, pero el comercio internacional supuso un lastre muy pequeño para el crecimiento, y en cambio creció el gasto de las empresas en equipos, una categoría vinculada a la actividad manufacturera.
 
Autor: Eric Morath y David Harrison
Webgrafia: THE WALL STREET JOURNAL

miércoles, 28 de octubre de 2015

Todo sobre el dólar de Hong Kong

A principios del 1800, las cargas masivas de té que llegaban desde China al Reino Unido ayudaron a fomentar las buenas relaciones entre los miembros de la sociedad británica. A cambio, a modo de pago, el Reino Unido enviaba lujosos relojes de pared y de pulsera, pero había tanto entrando en Inglaterra que los británicos empezaron a exportar opio, por entonces era legal plantarlo en Gran Bretaña, para equilibrar los gastos y beneficios en sus libros de comercio. La dinastía Qing quería prohibir el tráfico de drogas en su país y la Primera Guerra del Opio surgió como consecuencia de ello en el año 1839. Tres años más tarde se firmó un tratado de paz, para entonces Gran Bretaña poseía la isla de Hong Kong frente a la costa sureste de China.

Cuando los británicos hicieron de Hong Kong su puerto de comercio, la corona intentó introducir la moneda de plata esterlina para convertirla en la principal de la isla, tal y como hizo con todas sus posesiones coloniales. Pero la libra esterlina no encontró el favor de los cantoneses, quienes preferían utilizar el dólar español para sus transacciones diarias. Finalmente, después de dos décadas de intentos, los británicos se dieron por vencidos en esta batalla de divisas y en 1863 empezaron a emitir dólares de Hong Kong. En 1935, cuando Hong Kong abandonó el patrón de plata, el dólar de Hong Kong se convirtió en su moneda única y distintiva; hoy es la octava moneda más negociada en el mundo.

A pesar de su popularidad, el dólar de Hong Kong ocupa un lugar muy particular entre las monedas del mundo. Lo más importante es que Hong Kong no es su propio país soberano sino una región autónoma de China. Algún día, probablemente no muy cercano, el Gobierno chino podría permitir el libre comercio de su moneda, el yuan, y el dólar de Hong Kong acabaría desapareciendo por completo. Son muy pocos los países que operan con dos estándares de monedas oficiales - sería como si en los Estados Unidos se continuara negociando con dólares confederados tras la Guerra Civil.

Incluso sin un futuro incierto, el dólar de Hong Kong sigue siendo especial. Principalmente sirve para realizar transacciones de negocios reales y no es fácilmente negociable. Los dólares de Hong Kong no están respaldados por ningún metal, en cambio sí lo están por la fortaleza del dólar estadounidense. Solo se emitirá un dólar de Hong Kong si los bancos emisores tienen una cantidad equivalente de dinero efectivo en mano de Estados Unidos. Todo este proceso es supervisado por la Autoridad Monetaria de Hong Kong, que no permite que su dólar se negocie libremente.

La Autoridad Monetaria de Hong Kong mantiene un estricto control sobre su dólar y rara vez permite que su valor suba o baje en más de una pequeña fracción. Este rango de movimiento desalienta a los inversores minoristas a la hora de especular en los mercados de divisas. Únicamente las mayores casas bancarias, que disponen de rápidos ordenadores, pueden recoger algunas ganancias del dólar de Hong Kong en los movimientos de apenas unos minutos.

El dólar de Hong Kong sigue siendo relevante en el mercado mundial de divisas. Solo las ciudades de Nueva York, Londres, París y Tokio pueden rivalizar con los miles de millones de dólares que pasan por el mercado de Hong Kong cada año. Todo en dólares de Hong Kong.
 
Autor: equipo FXTM |  Forex Time(FXTM)
Webgrafia: www.fxstreet.es

martes, 27 de octubre de 2015

El mensaje de una Fed dividida confunde a los inversionistas

Con la expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos mantenga en cerca de cero las tasas de interés durante la reunión que concluye el miércoles, el encuentro programado para mediados de diciembre será la última oportunidad para que el banco central eleve los intereses de corto plazo este año.

El cronograma presenta dos desafíos para la presidenta de la Fed, Janet Yellen: uno tiene que ver sobre la decisión acerca de las tasas de interés y el otro con comunicar las intenciones de la entidad sin generar confusión en los mercados.

La debilidad de la economía obligó a aplazar un alza de tasas prevista para septiembre y numerosos inversionistas criticaron las señales contradictorias enviadas por la Fed antes y después de la decisión, una dinámica que, al menos en parte, es responsabilidad de la propia Yellen.

Ahora, la atención gira en torno a si el organismo elevará las tasas antes de que termine el año y hay presión para que Yellen y otras autoridades de la Fed comuniquen mejor sus previsiones sobre la economía estadounidense y las tasas de interés.

No es una tarea fácil, como lo ilustra un reciente intercambio: “En realidad, no entiendo lo que no está claro en estos momentos”, aseveró William Dudley, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, al participar en un panel este mes.

“¿Estás bromeando?” reaccionó John Taylor, economista de la Universidad de Stanford. “Nadie sabe lo que están haciendo”.

Esto es más que una simple discusión entre economistas.

Las palabras del banco central pueden provocar violentas oscilaciones, en ambas direcciones, en los precios del dólar y las acciones que pueden afectar la competitividad de las economías latinoamericanas.
 
Incluso los asesores más cercanos de Yellen han expresado opiniones discrepantes.

Los gobernadores de la Fed, en Washington, quieren esperar más tiempo antes de elevar las tasas y se contraponen a los presidentes de los bancos regionales de la Reserva Federal, deseosos de empezar a aumentarlas lo antes posible. “Me cuesta entender que este tipo de discusiones tenga lugar afuera del edificio”, dice Alan Blinder, ex vicepresidente de la Fed y profesor de Economía de la Universidad de Princeton.

La incertidumbre de la Fed es contagiosa. Un sondeo realizado por The Wall Street Journal este mes entre economistas privados mostró que 64% opina que el banco central empezará a subir su tasa de referencia en diciembre. Los mercados de futuros, no obstante, asignan una probabilidad de 39% a que ello ocurra.

Un motivo que explica la confusión no es responsabilidad del banco central: la economía ha contradicho sus previsiones.

Ante el sostenido descenso del desempleo, Yellen y la mayoría de sus colegas en el seno del banco central empezaron el año pensando que la economía sería lo suficientemente robusta para soportar un aumento de los intereses. No querían sorprender al mercado y comenzaron a advertir sobre un posible incremento. En marzo y junio, apenas dos miembros del Comité de Operaciones de Mercados Abiertos del banco central no proyectaron un alza de las tasas durante este año.

La inflación, sin embargo, no ha repuntado como anticipaba la Fed y la desaceleración de la economía china agravó la incertidumbre. Las proyecciones de un alza de tasas en 2015 nunca fueron diseñadas como un compromiso, pero fueron interpretadas de esa forma por numerosos inversionistas y comentaristas. Mientras la probabilidad de un incremento disminuía, el banco central parecía irse por las ramas.

La Fed ha reiterado que elevará las tasas cuando observe nuevos avances en materia de empleo y adquiera una “confianza razonable” de que la inflación repuntará y se acercará a la meta de 2% en 12 meses, después de estar por debajo de ella durante más de tres años. Pero la forma en que el organismo evalúa el progreso del mercado laboral y la confianza sobre la dirección de los precios al consumidor genera divisiones.

El furor sobre las señales contradictorias del banco central ha crecido conforme la decisión acerca de subir o dejar intactas las tasas de interés se ha vuelto más compleja.

La responsabilidad de manejar los diversos puntos de vista recae sobre los hombros de Yellen, quien es la encargada de forjar consenso al interior de la entidad. El intercambio de opiniones fue el estilo que impuso su predecesor, Ben Bernanke, y que ella ha tratado de mantener y perfeccionar.

Las divisiones arrancan de su círculo más cercano compuesto por Stanley Fischer, vicepresidente de la Fed, y William Dudley, presidente de la Fed de Nueva York.

Yellen y Fischer, un ex profesor de Economía del Instituto de Tecnología de Massachusetts y ex presidente del banco central de Israel, almuerzan juntos todas las semanas en el comedor del último piso del Martin Building en la sede de la Fed, en Washington, según fuentes que los conocen. En medio de bandejas de plástico, Diet Coke y café analizan los pormenores de la economía y trazan estrategias.

Dudley a menudo participa en conferencias telefónicas con Yellen, Fischer y otros altos funcionarios del banco central, según fuentes cercanas. También toma parte en las teleconferencias que Yellen realiza como parte de su preparación para sus ruedas de prensa trimestrales. Fischer y otros economistas también participan y planifican respuestas.

Fischer es de los que quiere subir las tasas, pero Dudley es más renuente. Sus discrepancias salieron a flote hace algunas semanas.

En agosto, la Fed estaba preocupada por el fortalecimiento del dólar, la caída de las bolsas y el alza de las tasas de la deuda de empresas y otras clases de crédito.

El martes 25 de agosto, los mercados sintieron el impacto de la desaceleración de China. El Promedio Industrial Dow Jones cayó 204,9 puntos y acumuló un descenso de 10% en seis jornadas, la mayor corrección ese ese lapso de tiempo desde la crisis financiera.

Yellen, que estaba en su domicilio en Berkeley, California, se comunicó por teléfono varias veces con Dudley y Fischer y, a veces, con los dos en teleconferencia, indican fuentes cercanas.

El miércoles 26 de agosto, Dudley habló con la prensa y expresó un punto de vista que compartía con Yellen y Fischer. “Es importante no sobrerreaccionar a los acontecimientos de corto plazo porque no está claro si se trata de un ajuste temporal o algo más persistente que tendrá repercusiones en el crecimiento y la inflación de Estados Unidos”, observó. Luego, ofreció su opinión. Un aumento de las tasas en la reunión prevista para septiembre “me parece menos atractivo que hace algunas semanas”, sentenció.

Dos días después, Fischer pareció contradecir en una entrevista en un canal de cable las declaraciones de Dudley. “No me parece el momento de decidir ahora mismo si las razones son más o menos atractivas”, aseveró.

Dudley le restó importancia posteriormente al cruce de opiniones en una entrevista con The Wall Street Journal. “En general estamos en la misma sintonía”, dijo.

Yellen tiene la misión de aunar las voluntades de tres grupos diferentes al interior de la Fed.

Uno de ellos, que incluye a varios presidentes de los bancos regionales, está listo para subir las tasas. Otro, en el que participan Yellen y su círculo de confianza, está dispuesto a elevar los intereses siempre y cuando el empleo mejore y la economía se expanda a un ritmo saludable.

El tercero abarca a presidentes y gobernadores de bancos regionales y quiere ver signos concretos de un alza de la inflación o de los salarios antes de subir las tasas. Esta facción ayuda a Yellen a forjar un consenso en torno a su postura de centro y sirve de contrapeso al grupo que quiere elevar los intereses ahora.

Una clave sobre los próximos pasos de la Fed es si en las semanas siguientes las cifras no confirman las proyecciones del banco central de un sólido crecimiento de la economía y el empleo, y no apuntan a una acumulación paulatina de la inflación, Yellen y sus colegas no subirán mucho las tasas de interés, si es que las suben.
 
 
 Autor: JON HILSENRATH

lunes, 26 de octubre de 2015

Los mercados apuestan a que la Fed no subirá las tasas este año

El Banco de la Reserva Federal en Washington. PHOTO: ASSOCIATED PRESS





Los problemas de la economía global estarán muy presentes en la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos prevista para el miércoles y jueves.

La semana pasada no fue portadora de grandes noticias en el frente macroeconómico. China registró el crecimiento más débil desde la crisis financiera, Japón divulgó una brusca caída en el crecimiento de sus exportaciones mientras que los economistas redujeron sus previsiones de inflación en la zona euro.

Estos acontecimientos, junto con cifras tanto positivas como negativas en EE.UU., aumentan la probabilidad de que la Fed no modifique las tasas de interés de corto plazo durante el resto del año, según analistas y operadores del mercado. La desaceleración económica y las políticas de estímulo de los bancos centrales en las otras grandes economías del mundo mantendrán probablemente a raya las tasas de interés de largo plazo en EE.UU. e incentivarán, al menos en un comienzo, la compra de activos más riesgosos como acciones, bonos de empresas y materias primas, indicaron.

La Fed ha reiterado hasta el cansancio que un alza de la tasa de fondos federales, su referencia de corto plazo, sigue siendo una posibilidad este año. Muchos analistas, no obstante, opinan que el banco central es renuente a subir las tasas antes de tiempo. Si son demasiado enérgicos, advierten, el banco central estadounidense corre el riesgo de hacer descarrilar la tenue recuperación de la economía del país norteamericano o desatar una nueva oleada de ventas en los mercados emergentes, como sucedió a mediados de año.

“El mercado de bonos no cree en los comentarios de la Fed de un incremento de las tasas antes de fin de año”, señala Jason Evans, cofundador del fondo de cobertura neoyorquino NineAlpha Capital LP. “La Fed está en una situación difícil”.

Incluso si los inversionistas estén equivocados, un alza de tasas de la Fed podría generar una reacción muy negativa en los mercados, advierten operadores y gestores de fondos.

Los contratos a futuro asignan una probabilidad de 8% a un incremento de las tasas en la reunión de esta semana, según datos de CME Group. Las probabilidades de que el banco central eleve las tasas en el encuentro previsto para el 15 y 16 de diciembre ascienden a 37%, frente a 44% hace un mes.
 
 
El valor neto de los contratos a futuro de eurodólares, es decir los depósitos en dólares en bancos en Europa u otros países fuera de EE.UU., llegó a US$526.000 millones en la semana concluida el 13 de octubre, su mayor nivel desde mayo de 2013. Los futuros en eurodólares son una herramienta popular entre los inversionistas que tratan de protegerse de un aumento de las tasas o especular acerca de los próximos pasos de la Fed. Un inversionista que compra un contrato a futuro apuesta a que la tasa de fondos federales permanecerá en cero durante un lapso más prolongado, lo que incrementa el valor del contrato.

El rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años se ubicó en 2,081% el viernes, frente a un máximo de 2,5% en junio. La caída refleja la debilidad de la economía, la baja inflación y las expectativas de que las tasas de interés no subirán rápidamente.

Las previsiones sobre la dirección de tales rendimientos han seguido descendiendo, lo que refleja el estancamiento de la economía global. J.P. Morgan Chase & Co. proyectó en enero que el rendimiento del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años alcanzaría 2,4% en diciembre, pero ahora redujo tal previsión a 2,25%. La proyección de Morgan Stanley, en tanto, bajó de 2,85% a 2,3% y la de Bank of America de 2,75% a 2,35%. Goldman Sachs Group Inc. moderó su previsión de 2,5% a 2,3%.

Mientras tanto, los rendimientos de los bonos soberanos en Europa y Japón son incluso más bajos. El bono del Tesoro alemán a 10 años rindió 0,510% el viernes y el del gobierno británico llegó a 1,866%. El bono a 10 años del gobierno japonés tuvo un rendimiento de 0,307%.

“Los bonos del Tesoro estadounidense parecen activos de alto rendimiento” en comparación, ironizó Nick Gartside, director de inversión en renta fija de J.P. Morgan Asset Management, que administra unos US$1,8 billones.

En todo caso, nadie descarta un alza de tasas. La Fed podría subirlas en diciembre si las cifras muestran un fortalecimiento de la economía estadounidense en los próximos dos meses, vaticinan numerosos inversionistas.

Los datos más recientes, sin embargo, han sido débiles y han generado preocupación de que el enfriamiento global esté contagiando a EE.UU. Las empresas crearon unos modestos 142.000 empleos en septiembre y los trabajos generados en julio y agosto fueron revisados a la baja y sumaron 59.000 combinados, informó el Departamento del Trabajo.

Las señales de alerta de la economía global han sido más claras y los bancos centrales se aprestan a estimular sus economías. El Banco Central Europeo indicó el jueves que la puerta está abierta para expandir su programa de compra de bonos mientras que el Banco Popular de China redujo las tasas de interés el viernes por sexta vez en 12 meses. El Banco de Japón se reunirá el viernes en medio de las expectativas de nuevas medidas de estímulo.

La reducción de las tasas de interés en China ha reanudado los temores de que se acelere la fuga de capitales conforme se desacelera la economía lo que, en última instancia, obligaría a las autoridades a seguir devaluando el yuan frente al dólar. Después de pasar años comprando bonos del Tesoro de EE.UU. para contener la apreciación de su divisa, China ahora los vende para apuntalar el yuan ante las salidas de capital.

Uno de los principales riesgos de un incremento de las tasas de interés en EE.UU. es que se reanuden las apuestas a favor de un alza del dólar que causaron estragos en los mercados globales este año. Un alza de tasas imprevista por parte de la Fed podría generar un escenario en el que “el dólar se apreciaría, habría presión sobre los mercados emergentes y los commodities y volveríamos a experimentar las turbulencias de agosto”, dijo Zhiwei Ren, director ejecutivo y gestor de portafolio de Penn Mutual Asset Management Inc.
 
 
Autor: MIN ZENG

Facebook enviará al usuario una notificación si su cuenta está siendo vigilada por un gobierno

  • Se trata de una advertencia adicional a las medidas que habitualmente toma la compañía cuando creen que una cuenta está siendo atacada.
  • "Lo hacemos porque estos tipos de ataques suelen ser más avanzados y peligrosos que otros", han manifestado en un mensaje.
  • "Tener una cuenta comprometida podría indicar que su ordenador o dispositivo móvil haya sido infectado con malware", agrega la nota de Facebook.



Facebook notificará a partir de ahora a sus usuarios si sus cuentas "se han visto comprometidas o están siendo vigiladas por un atacante sospechoso de trabajar para un estado-nación", según informó el pasado sábado el jefe de seguridad de la compañía en un mensaje.

La red social recuerda en este comunicado que aunque siempre se han tomado medidas cuando consideran que una cuenta puede estar comprometida, han decidido mostrar esta advertencia adicional al usuario en el caso de que exista una gran sospecha de que un gobierno pueda estar detrás de dicho ataque.


"Lo hacemos porque estos tipos de ataques suelen ser más avanzados y peligrosos que otros, y recomendamos a los afectados que tomen las acciones pertinentes para asegurar todas sus cuentas online", recuerdan.

Facebook agrega en su nota que "tener una cuenta comprometida podría indicar que su ordenador o dispositivo móvil haya sido infectado con malware".

Esta es la notificación que el usuario encontrará en su cuenta personal para estos casos:
 



Autor: Woaxxx

Infografia: Infospyware 
Fuente: 20minutos.es
 

jueves, 22 de octubre de 2015

Se desinflan las salidas a bolsa de las tecnológicas
























Drew Houston, presidente ejecutivo de Box, firma que comenzó a cotizar en 2014. PHOTO: NAOISE CULHANE/SPORTSFILE/CORBIS





A principios del año pasado, Dropbox Inc. no tuvo problemas para impulsar su valuación de US$4.000 millones a US$10.000 millones, convirtiendo así a su presidente ejecutivo en uno de los nuevos multimillonarios de Silicon Valley, por lo menos en papel.

Sin embargo, la euforia ha empezado a desvanecerse. Banqueros de inversión advierten que la empresa de almacenamiento en línea con sede en San Francisco tal vez no pueda salir a bolsa a esa valuación, y mucho menos generar grandes ganancias para recientes inversionistas y empleados que esperaban volverse ricos, según fuentes al tanto.

BlackRock Inc., que encabezó la ronda de financiación de US$350 millones que más que duplicó la valuación de Dropbox, ha reducido su estimación del valor por acción de la empresa en 24%, según documentos regulatorios.

Dropbox responde que su negocio sigue creciendo, que añadió 500 empleados en el último año, incluyendo altos ejecutivos, y que no tiene necesidad de capital adicional de inversionistas privados o a través del mercado bursátil.

Aun así, la compañía es un presagio de los problemas más amplios que aguardan a las startups que no tuvieron dificultades para recaudar dinero a valuaciones sin límite durante el imparable auge tecnológico. El mercado de salidas a bolsa se ha enfriado, en gran parte porque las firmas tecnológicas han buscado valuaciones por encima de lo que los inversionistas están dispuestos a pagar.

En lo que va del año, sólo 14% de las ofertas públicas iniciales de acciones en Estados Unidos fueron de empresas de tecnología, el porcentaje más bajo desde al menos mediados de los años 90, según Dealogic.
 
Muchas acciones de empresas estadounidenses que debutaron en bolsa este año han sufrido un retorno medio de cero comparado con su precio inicial. Los inversionistas que compraron acciones después de que empezaron a cotizar (a menudo la primera oportunidad para muchos inversionistas particulares) han perdido una media de 13%.

El riesgo es que este pobre recibimiento bursátil a las startups tecnológicas pueda afectar a empresas que aún no han abierto su capital. Si sucediera esto, les sería más difícil contratar y pagar a sus empleados, e incluso podría amenazar la futura financiación de esas firmas.

El capitalista de riesgo Bill Gurley, socio en Benchmark, dice que percibió un marcado cambio en el tercer trimestre. “Estamos viendo rondas de financiación en las que los fundadores vuelven y los precios bajan una y otra vez”, cuenta.

En un sentido, Dropbox se ve perjudicada al ser comparada con su rival Box Inc., que salió a bolsa en diciembre, afirman banqueros de inversión. Box tiene un valor de mercado de US$1.650 millones, o menos de seis veces sus ingresos previstos para su año fiscal 2016. Dropbox necesitaría facturar cerca de US$2.000 millones para respaldar una valuación similar, pero un banquero de inversión estima que sus ingresos probablemente asciendan a sólo US$500 millones este año. Dropbox no quiso comentar al respecto.

“Lo que más me preocupa sobre todas estas [valuaciones de miles de millones de dólares] es que se necesita un mercado público para hacerlas líquidas”, dice Chris Douvos,director gerente de Venture Investment Associates, una firma que invierte en fondos y startups. “Pero ¿quién va a comprar a estas valuaciones?”.

Al menos 124 empresas de capital cerrado han sido valuadas en US$1.000 millones o más por firmas de capital de riesgo, casi el doble que hace un año, según Dow Jones VentureSource. Las guerras por invertir en startups tecnológicas son tan comunes que 10 empresas levantaron capital a valuaciones de más de US$1.000 millones tan sólo en septiembre.
 
No obstante, esos inversionistas podrían tener problemas en obtener ganancias si el mercado de salidas a bolsa no logra sostener valuaciones aun más altas. En una señal de cautela entre los inversionistas, un análisis de rondas de financiación realizado por Fenwick & West LLP en marzo halló que 30% de las empresas que no cotizan, valuadas en US$1.000 millones o más, prometieron un precio específico de salida a bolsa. En algunos casos, las compañías acordaron dar acciones adicionales a los inversionistas si no alcanzaban esa cotización.

Algunos capitalistas de riesgo y ejecutivos de startups no están preocupados. Dicen que estas empresas nunca han sido tan baratas de crear y que están madurando más rápido que durante el último auge tecnológico, en parte debido a que la era de los smartphones provee un mercado fácilmente accesible de 2.000 millones de personas.

En consecuencia, startups de capital cerrado como Dropbox, la empresa de reservas de taxi Uber Technologies Inc. y el servicio de alquiler de lugares de hospedaje temporal Airbnb Inc. tienen ingresos anuales de cientos de millones de dólares. Sus crecientes fuentes de ingresos las ayudan a atraer inversionistas y a mantenerse fuera del mercado bursátil por más tiempo.

El mismo atractivo está haciendo crecer cada vez más las valuaciones. Parte de la presión proviene de fondos mutuos, fondos de pensiones y otros gestores institucionales de dinero hambrientos de retornos más altos de lo que pueden conseguir con otros activos.

Más de dos tercios de las compañías financiadas por capital de riesgo en EE.UU. valuadas en US$1.000 millones o más tienen el respaldo de inversionistas como fondos mutuos, fondos de cobertura o un banco, según Dow Jones VentureSource. Estos inversionistas normalmente apuestan a una salida a bolsa.

Este año, Airbnb buscó levantar fondos a una valuación de US$18.000 millones, según una persona al tanto. La empresa finalmente convenció a inversionistas que incluían las firmas de fondos mutuos Wellington Management, Baillie Gifford, T. Rowe Price GroupInc. y Fidelity Investments para que aportaran US$1.500 millones a una valuación de US$25.500 millones. T. Rowe Price y Fidelity ya poseían una participación en Airbnb, que es ahora la tercera startup más valiosa del mundo, después de Uber y el fabricante de smartphones chino Xiaomi Corp. La empresa no ha divulgado planes de salir a bolsa, pero muchos analistas consideraron la contratación de un director financiero en julio como un paso en esa dirección. Una vocera de Airbnb no quiso hacer comentarios.

En las rondas de financiación privada, una compañía tiene que convencer a sólo un inversionista para que fije la valuación y luego traer a otros. Los precios generalmente se basan en proyecciones financieras de varios años. En contraste, las startups que salen a bolsa enfrentan un incesante escrutinio de sus resultados y previsiones. Los precios de sus acciones fluctúan a diario.

De las nueve empresas tecnológicas financiadas con capital de riesgo y valuadas en US$1.000 millones en rondas de financiación privada que desde 2014 han salido a bolsa en EE.UU. y que han divulgado resultados anuales, sólo tres han alcanzado o superado el consenso de previsiones de ganancias de los analistas para ese año, según FactSet.

En Dropbox, la valuación promete ser un gran dilema. Drew Houston, su presidente ejecutivo, rechazó en 2009 una oferta de compra de Steve Jobs, cofundador de Apple Inc.; el valor de la oferta no fue revelado. Dropbox cuenta ahora con 400 millones de usuarios registrados. La mayoría usa su servicio de forma gratuita, pero la compañía dice que más de 130.000 empresas pagan al menos US$900 al año para que un mínimo de cinco empleados usen su servicio. Sus clientes incluyen News Corp, que publica The Wall Street Journal.

El almacenamiento en línea se está volviendo un producto básico, y Dropbox ahora compite con Apple, Google Inc., Microsoft Corp. y Amazon.com Inc., las cuatro mayores empresas tecnológicas a nivel mundial por valor de mercado.

Dropbox afirma que está expandiendo su negocio más allá del almacenamiento de datos. La semana pasada, lanzó una herramienta de colaboración en documentos llamada Paper. “Otros pueden hablar sobre valuaciones”, dijo una vocera de Dropbox. “Nosotros trabajamos duro en construir un negocio duradero”.
 
 
Autor: Rolfe Winkler, Douglas MacMillan, Telis Demos y Monica Langley
Webgrafia: THE WALLSTREET JOURNAL

miércoles, 21 de octubre de 2015

El oro pierde su papel de valor de reserva

PHOTO: BLOOMBERG NEWS


 El precio del oro, que tradicionalmente fluctúa con las amenazas políticas, económicas y de inflación, se mueve hoy al compás de una melodía diferente: la Reserva Federal de Estados Unidos.

Operadores y analistas dicen que el rol del oro como inversión de refugio seguro en tiempos de crisis ha disminuido recientemente, dado que su precio está más propenso a fluctuar con las expectativas acerca de cuándo la Fed subirá las tasas de interés.

Este mes, después del informe de empleo de septiembre en EE.UU., que alentó a los inversionistas a apostar que no habrá un alza de tasas este año, el oro subió 5,3%. En general, el alza de las tasas actúa como un reverso de la demanda de oro, que al no pagar intereses es menos atractivo que otras inversiones. En julio, cuando las expectativas de aumento de tasas eran todavía altas, os precios del metal precioso cayeron a mínimos de cinco años.

La cotización del oro refleja las expectativas de las tasas de interés en EE.UU., dijo Kevin Norrish, director de investigación de materias primas en Barclays. “La gente ha mirado al oro esperando que actúe como un refugio y no ha sido así”.

El cambio podría afectar el valor del oro en el largo plazo, a medida que más inversores se desilusionan con su valor como refugio y buscan alternativas.

Históricamente, el oro ha reaccionado a la agitación política y financiera. En las primeras semanas de 1980, poco después de que la Unión Soviética enviara tropas a Afganistán y mientras la revolución islámica se afirmaba en Irán, el oro subió más de 60%. Se disparó más del 150% entre octubre de 2008 y septiembre de 2011, a raíz de la crisis económica en Occidente, cuando los inversionistas apostaron a que la inflación subiría debido al dinero que los bancos centrales estaban bombeando en los mercados.

Pero en agosto pasado, cuando los temores sobre la salud económica de China provocaron un derrumbe del 17% en los precios del petróleo y una caída de 11% en el índice S&P 500, el oro ganó apenas 5,9% antes de volver a retroceder. El patrón se ha repetido a lo largo del año, cuando la participación de Rusia en la guerra separatista en Ucrania y en Siria sacudió los mercados del petróleo, pero apenas afectó al oro.

“[El oro] no ha estado funcionando bien en el frente geopolítico”, dijo Michael Mullaney, que supervisa US$11.500 millones en Fiduciary Trust. Alrededor del 2% de la cartera de Mullaney está en este metal, una posición que recientemente el ejecutivo tuvo que defender en una reunión del comité de inversión de la firma.

Sin duda, algunos argumentan que los inversionistas tienen poco que temer.

“La gente en EE.UU. no necesita un refugio en este momento, nuestra economía anda bien”, dijo Joe Foster, gerente de cartera de oro físico y acciones mineras en Van Eck Associates Corp, que actualmente no tiene inversiones en oro físico.

Otros argumentan que el oro ya es demasiado caro como para actuar como refugio, a menos que el estado de ánimo general se deprima mucho. Desde el año 2000, el valor del oro se ha más que triplicado, mientras que el del S&P GSCI, un índice que rastrea el desempeño de 24 materias primas, ha ganado 86%.

Últimamente, los precios del oro han opacado el mercado de bonos de corto plazo. Las expectativas de aumento de las tasas tienden a elevar los rendimientos de los bonos del Tesoro y a depreciar los del oro, de modo que los dos se mueven generalmente en direcciones opuestas. En las últimas semanas la relación entre ambos, medida por una correlación de 200 días, alcanzó su nivel más alto en casi tres años y medio.

El nuevo patrón de la negociación del oro refleja las expectativas de los mercados financieros de que la Fed ponga fin a un período récord de costos de endeudamiento cercanos a cero. Este juego de la espera está ahogando a otras influencias del mercado. Su peso sobre el oro también se ha exagerado debido a la ausencia de inflación, que ha despojado al metal de otro papel tradicional: el de ser una cobertura contra los precios galopantes.

Funcionarios de la Fed han dicho que un aumento de las tasas en 2015 sigue siendo posible, aunque algunos inversionistas son escépticos debido a los datos económicos mediocres que llegan de fuera de EE.UU.

Si bien las tasas siempre han tenido un impacto en el oro, los efectos han sido rara vez tan pronunciados como ahora. En 2006, el último período de alza de tasas de la Fed no llegó a desbancar al oro de su etapa alcista de 10 años, que culminó en agosto de 2011 con el precio récord de US$1.888.

Un período prolongado de tasas bajas podría ser bueno para el oro de otras maneras. Algunos inversionistas dicen que las súper flexibles políticas monetarias que están en vigencia desde la crisis financiera finalmente podrían comenzar a avivar la inflación. Entonces los inversionistas acudirían nuevamente al oro para protegerse contra el aumento de los precios, dijo Seymour Schulich, un multimillonario inversionista canadiense y ex ejecutivo de minería.

“Tengo 25% de mis activos en oro y duermo muy bien por la noche”, dijo Schulich.






Autor: Alistair MacDonald y Tatyana Shumsky

Webgrafia: THE WALLSTREET JOURNAL
 

jueves, 15 de octubre de 2015

Aumentan las dudas de la Fed sobre el alza de tasas en 2015

Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos. PHOTO: MANUEL BALCE CENETA/ASSOCIATED PRESS




Las posibilidades de que la Reserva Federal de Estados Unidos aumente las tasas de interés en 2015 están reduciéndose ante los nuevos indicios de una actividad económica anémica, algo decepcionante para los integrantes del banco central que confiaban en comenzar el alza de tasas este año tras un prolongado periodo de políticas de dinero fácil.

Los flojos datos de gasto de los consumidores, inflación y empleo han acabado virtualmente con las posibilidades de un aumento este mes. Dos gobernadores de la Fed ya han expresado esta semana sus dudas sobre si será adecuado modificar las tasas este año y los recientes datos macro no han tranquilizado a nadie en el seno del banco central respecto a las perspectivas económicas.

El Departamento de Comercio informó el miércoles de que las ventas minoristas desestacionalizadas subieron tan apenas 0,1% en septiembre y de hecho bajaron con respecto a los niveles de agosto cuando se saca del cómputo las ventas de automóviles. Además, el Departamento del Trabajo también informó de que los precios de producción —indicador de la inflación a nivel mayorista— bajaron en septiembre 0,5% mensual y 1,1% interanual, lo que supone el mayor descenso interanual del actual ciclo de expansión.

A la Fed le quedan dos reuniones de política monetaria este año, una a finales de octubre y la otra a mediados de diciembre. Los operadores de los mercados de futuros creen ahora que apenas hay posibilidades de que se incrementen las tasas este mes y consideran que hay una probabilidad de 1 a 3 de que eso ocurra para finales de año.

Los funcionarios del banco central estadounidense han dicho que la decisión sobre cuándo elevar las tasas dependería de los datos económicos entrantes. La inflación de precios al consumidor ha estado por debajo de la meta de 2% de la Fed durante más de tres años, y los responsables de política monetaria quieren estar seguros de que la inflación subirá con seguridad antes de comenzar a incrementar las tasas. El gasto del consumidor constituye las dos terceras partes de la demanda total de bienes y servicios producidos en EE.UU., y las ventas minoristas son un indicador importante del vigor subyacente de la economía.

Aunque que un alza en octubre es muy poco probable, la Fed aún podría decidir para elevar las tasas de este año, sobre todo si el mercado laboral muestra renovados signos de vigor antes de su reunión de política el 15 y 16 de diciembre, o si surgen indicios de que los salarios o la inflación se están moviendo desde niveles bajos.

Sin embargo, los débiles informes de inflación y de ventas minoristas no inspiran mucha confianza entre los funcionarios de la Fed, especialmente un par de semanas después de que el Departamento del Trabajo informara que el ritmo de contratación se desaceleró en septiembre y fue más débil de lo que se pensaba en julio y agosto. Las exportaciones estadounidenses también están ahora en camino de disminuir este año por primera vez desde la recesión.
 
Autor: Jon Hilsenrath y Anna Louie Sussman

miércoles, 14 de octubre de 2015

Bernanke, el controlador ciego

     Ben Bernanke. Foto: Archivo.





El que fuera presidente de la Reserva Federal entre 2006 y 2014, Ben Bernanke, afirmó la semana pasada que no oteaba ninguna burbuja en el horizonte de la economía estadounidense pero que, en todo caso, recomendaba al auditorio no confiar demasiado en sus palabras.

Conociendo los antecedentes de Bernanke, uno no puede más que suscribir su admonición: el banquero central negó tanto en 2005 como en 2006 que el mercado inmobiliario estadounidense se hallara inmerso en una burbuja de precios. Si no fue capaz de detectar una de las mayores inflaciones de activos de la historia cuando estaba a punto de estallar justo delante de sus narices, no esperen demasiado de él en estos momentos.

Eso sí, el propio Bernanke reconoció haber aprendido a gestionar una burbuja desde la práctica del banquero central. A su juicio, lo verdaderamente relevante no es conocer si existe o no una burbuja en un determinado activo, sino plantearse cuáles serían las consecuencias para el sistema financiero de que ésta existiera y estallara: si "eso" que parece una burbuja pincha, ¿sufriría graves e irreparables daños el sistema financiero?

Si es así, la misión de la Fed sería actuar para minimizar el daño vinculado a ese posible reventón. Dicho de otro modo, lo verdaderamente distorsionador no es que existan burbujas en alguna parte de la economía (algo que sucede todos los días en algún tipo de activo real o financiero) sino que esas burbujas se sitúen en pleno corazón del sistema financiero.

Y, ciertamente, así es: si un inversor utiliza su ahorro para adquirir conscientemente un activo que corre el riesgo de estar inflado de precio y, a su vez, es capaz de absorber las pérdidas derivadas de tal mala inversión, nos hallaremos ante una mera redistribución de pérdidas y ganancias (un inversor habrá vendido comprado barato y vendido caro, mientras que otro comprará caro y venderá barato).

Sin embargo, cuando tales activos burbujísticos se convierten en las reservas del sistema financiero y, por tanto, en los saldos de tesorería de todos aquellos agentes económicos que adquieren los pasivos de ese sistema financiero creyéndose estar conservando su liquidez -cuando, en realidad, sólo están invirtiendo indirectamente en esos activos burbujísticos-, entonces sí tenemos un serio problema.

A la postre, si revienta una burbuja con tales características, el hiperapalancado sistema financiero será incapaz de absorberla y ello se traducirá inexorablemente en pérdidas para sus acreedores, quienes contaban con la liquidez de los pasivos del sector financiero quebrado para hacer frente a las operaciones más cruciales de su actividad.

El desastre, por consiguiente, no proviene sólo de una burbuja de activos, sino de que esa burbuja de activos se convierta en la impostada reserva de valor del sistema financiero. Así pues, parece que el ex presidente de la Fed está empezando a reconocer la auténtica magnitud del problema vinculado a las burbujas de activos.

Pero, por desgracia, su diagnóstico todavía se halla muy alejado de las auténticas causas profundas: si el sistema financiero se hiperpalanca a corto plazo para invertir en activos financieros a largo plazo (contribuyendo con ello a generar burbujas), es en esencia porque cuenta con una garantía de refinanciación de última instancia que se llama banco central. Son los bancos centrales quienes prometen al resto del sistema financiero que les proporcionarán la liquidez que les falte en el momento en el que la requieran, y eso es lo que precisamente habilita a ese sistema financiero a deteriorar enormemente su propia liquidez (dicho de otra forma: el sistema financiero deteriora su liquidez interna confiando sobrevivir merced a la liquidez externa que le promete el banco central).

Sin esas promesas de refinanciación ilimitada, a los bancos y resto de entidades financieras les resultaría imposible endeudarse a corto plazo para invertir en activos ilíquidos y a largo plazo en torno a los cuales se gestan las burbujas.

Esquizofrenia financiera

En teoría, se cree que semejante esquizofrenia financiera puede funcionar por cuanto se confía en el papel supervisor del banco central: éste se encarga de controlar el proceso para evitar que se desmadre; el sistema financiero no se expondrá demasiado a activos burbujísticos confiando en las salvaguarda del banco central porque éste lo impedirá. Pero hete aquí que el propio Bernanke reconoce ser incapaz de saber qué activos se hallan en fase de burbuja y cuáles no.

El controlador no controla porque es incapaz de hacerlo. La auténtica solución, por tanto, no es seguir privilegiando y controlando al sistema financiero: seguir recurriendo al palo y la zanahoria. La solución es quitar totalmente el palo y la zanahoria: los privilegios (bancos centrales) y los controles de supervisores autorreconocidamente ciegos.


Autor:        JUAN RAMÓN RALLO
Webgrafia: Econmíahoy.mx

martes, 13 de octubre de 2015

AB InBev alcanza principio de acuerdo con SABMiller

Una botella de cerveza Budweiser de Anheuser-Busch InBev NV, derecha, y una de Peroni de SABMiller en un bar de Londres el 13 de octubre. PHOTO: BLOOMBERG NEWSUna botella de cerveza Budweiser de Anheuser-Busch InBev NV, derecha, y una de  Peroni de SABMiller en un bar de Londres el 13 de octubre. 


LONDRES (EFE Dow Jones)—La junta directiva de SABMiller PLC ha alcanzado un acuerdo sobre los principales términos de la oferta de compra mejorada de Anheuser-Busch InBev NV, que valora la compañía en 67.900 millones de libras esterlinas (US$104.200 millones), preparando el terreno para crear un coloso de la cerveza que dominará buena parte del mercado de la bebida en el mundo.
Tras varias semanas de tira y afloje, la junta de SABMiller acordó de forma unánime recomendar a sus accionistas la oferta de AB InBev, que contempla pagar 44 libras por acción para comprar la cervecera con sede en Londres, lo que representa una prima de 50% respecto al precio de la acción del 14 de septiembre, el día previo a que los medios de comunicación empezaran a especular sobre un posible acuerdo. Para 41% del capital accionario, AB InBev ofrece una combinación de efectivo y acciones, que supone un precio de 39,03 libras por título.
La alternativa fue diseñada para los dos mayores accionistas de SABMiller, Altria Group Inc. y BevCo, el vehículo de inversión de la familia colombiana Santo Domingo, y tiene el propósito de ayudarles con las cargas impositivas y potenciales problemas contables.
El lunes, AB InBev subió su oferta ante los repetidos rechazos de la junta de SABMiller. La última propuesta incluye una disposición para que los accionistas de SABMiller obtengan el pago de dividendos, algo que las propuestas anteriores no tenían.
Carlos Brito, presidente ejecutivo de AB InBev y Olivier Goudet, presidente de la junta, se reunieron el lunes con Jan du Plessis, presidente de la junta de SABMiller, en Londres para negociar los términos finales de la propuesta. La junta directiva de SABMiller también se reunió el lunes para discutir el acuerdo, según personas al tanto.
SABMiller ha pedido al regulador británico de fusiones y adquisiciones que amplíe el plazo hasta el 28 de octubre para que AB InBev presente una oferta en firme.
En caso de que AB InBev no consiga las autorizaciones pertinentes o de que los accionistas no aprueben la oferta, tendrá que pagar a SABMiller US$3.000 millones.
 

Autor:
SAABIRA CHAUDHURI
Webgrafia: THE WALLSTREET JOUNARL

jueves, 8 de octubre de 2015

Millonaria multa contra los azucareros

 Asocaña y 14 empresas del sector tendrán que pagar $320.000 millones de sanción por configurar una cartelización que impedía la importación del azúcar.
 Las multas impuestas a los ingenios no superan el 7% de sus ingresos operacionales anuales ni el 7% de su patrimonio, dice la SIC. / Archivo
Cinco años de investigaciones, indagaciones, entrevistas, cotejos y pesquisas fueron necesarios para que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), después de encontrar las pruebas necesarias y suficientes, tomara la decisión de imponer sanciones por $320.000 millones contra Asocaña, Ciamsa (CI Azúcares y Mineles), Dicsa (Desarrollos Industriales y Comerciales), Manuelita, Riopaila Castilla, Central Tumaco y los ingenios del Cauca, Providencia, La Cabaña, Pichichi, Risaralda, Carlos Sarmiento - Ingenio San Carlos, Carmelita y María Luisa.
La razón: cartelización empresarial con la que durante varios años protagonizaron una conducta concertada, continuada y coordinada para obstruir importaciones de azúcar de Bolivia, Guatemala, El Salvador y Costa Rica con destino a Colombia. Manifiesta la SIC que los altos directivos de estas organizaciones colaboraron, facilitaron, autorizaron, ejecutaron y toleraron dicha conducta anticompetitiva.
Pero, ¿qué encontró en detalle el superintendente delegado para la Protección de la Competencia? “Los ingenios investigados han actuado coordinadamente y se han comportado en el mercado, en algunos casos, como un bloque, eliminando la competencia”. Dice también que “se identificó que históricamente ha existido una preocupación constante por parte de los investigados, en relación con el azúcar proveniente de países con capacidad para exportar dicho producto hacia Colombia, lo cual ven como una amenaza”.
Esto último con un agravante: “Para contrarrestar la amenaza que suponía para sus intereses la entrada al país de azúcar proveniente del exterior, los investigados concibieron y ejecutaron deliberadamente una estrategia anticompetitiva, ilegal, encaminada a bloquear importaciones de azúcar a Colombia en general, para evitar que aumentara la oferta y disminuyera el precio interno que pagan los consumidores y la industria”.
Y, para sumar, la SIC encontró que era evidente “el interés de los investigados por asegurar y mantener el control sobre los excedentes de azúcar de los principales ingenios de la región para que no pudieran ser exportados a Colombia. Para este propósito, los investigados concibieron varias estrategias, incluso, la creación de empresas para adquirir excedentes regionales y evitar que éstos llegasen a Colombia”.
¿Quién los denunció?
Todo comenzó en 2010, cuando representantes de la Asociación de Agroindustriales del Bocadillo Veleño, Comestibles San Antonio, Coca-Cola Femsa, Bavaria, Coca-Cola Industria Nacional de Gaseosas, Aje Colombia, Nestlé de Colombia, Bimbo de Colombia, Compañía Nacional de Chocolates, Compañía de Galletas Noel, Meals de Colombia S. A. y Casa Luker denunciaron la obstrucción de las importaciones del azúcar, que es una materia prima esencial para sus negocios.
Precisamente, en una entrevista publicada el 13 de junio por El Espectador, John A. Santa María Otazua, director general de Femsa, organización que produce y embotella Coca-Cola, Sprite, Fanta y jugos Del Valle, advirtió que el azúcar era muy caro en Colombia. “Yo no veo el precio del azúcar mexicano subiendo al ritmo de la devaluación del peso mexicano. Tampoco veo esa tendencia en Brasil. Este es el único país donde uno se pregunta: ¿qué pasó aquí? Siendo su tierra y su mano de obra local, se comportan como si estuvieran dolarizados. Entiendo que sí es más atractivo, exportan, pero a cuestas del consumidor local. Y eso nos fuerza a tomar decisiones como subir el precio (de la Coca-Cola), pero no quisiéramos”.
Pocas horas después de que se supo la decisión de la SIC, Néstor Humberto Martínez, exministro de la Presidencia y, actualmente, representante de los ingenios azucareros del Valle del Cauca, aseguró que la sanción es una medida sin precedentes que “condena a muerte al sector azucarero”.
Entre tanto, Pablo Cáceres, el apoderado de Asocaña, declaró de falsas las acusaciones de la SIC argumentando que las importaciones del endulzante nunca se obstruyeron y que en la investigación no se mencionaron las importaciones procedentes de Guatemala y El Salvador, “por lo cual es abiertamente ilegal una sanción sobre hechos que no figuran en la investigación”, dijo.
Pese a que la Superintendencia aseguró que la multa de $320.000 millones que se impuso a los ingenios no supera el 7% de sus ingresos operacionales anuales ni el 7% de su patrimonio, Martínez dijo que equivale a las utilidades de todos los ingenios de 2013 y 2014, y la mitad de las de 2012. Agregó que hay pruebas que, por ejemplo, desvirtúan el hecho de que desde Costa Rica se hubiera limitado las importaciones del alimento.
Al tiempo, otro de los multados, Riopaila Castilla, envió un comunicado en el que afirmó que nunca ha participado en acuerdos o acciones para impedir las importaciones de azúcar. “Es de resaltar que el presidente y representante legal de Riopaila Castilla, Djalma Teixeira de Lima Filho, así como su antecesor Alfonso Ocampo Gaviria, fueron exonerados de todos los cargos”, dijo la empresa. Aun así, Riopaila recibió la segunda multa más alta, de más de $40.000 millones.














Autor: Redacción Economia 
Webgrafia: www.elespectador.com