WASHINGTON— El Fondo Monetario Internacional recortó el jueves su previsión de crecimiento económico para Estados Unidos a 2,5% desde el 3,1% calculado en abril, y le pidió a la Reserva Federal que no realice su primer aumento de tasas de interés en casi una década hasta 2016.
En su revisión anual de la economía estadounidense, el FMI dijo que una serie de conmociones negativas, como la fortaleza del dólar y el mal tiempo, han minado el impulso de la creación de empleo y de expansión, lo que ha llevado al organismo a rebajar sus expectativas de crecimiento.
La huelga de puertos de la Costa Oeste y la caída de la inversión en el sector petróleo ante el descenso de los precios de la energía también han lastrado al crecimiento en el primer trimestre.
A menos que haya sorpresas positivas para el crecimiento y la inflación, el FMI dijo que esta peor perspectiva significa que la Fed debería retrasar su primer incremento de las tasas de interés hasta la primera mitad de 2016.
El desempleo a largo plazo y los altos niveles de empleo parcial apuntan a una continuación del exceso de oferta de mano de obra en el mercado laboral, mientras que los datos salariales sólo muestran un tibio crecimiento.
El dólar, que ha subido frente a otras divisas importantes en el último año a medida que la economía estadounidense cobraba fuerza y otros bancos centrales aumentaban sus políticas laxas, está perjudicando al crecimiento y a la creación de empleo. El FMI dijo que la divisa ya está “moderadamente sobrevalorada” y que una nueva apreciación notable del dólar sería dañina para la primera economía del mundo.
La petición por parte del FMI de que se aplace la suba de las tasas de interés en EE.UU. llega pese a la advertencia de que crecen los riesgos en el sistema financiero, sobre todo en los mercados de seguros y de dinero. Ante el prolongado periodo de tipos excesivamente bajos, los inversionistas se inclinan por activos de más riesgo en busca de mayor rentabilidad.
Pero el FMI cree que un débil crecimiento es más grave que los riesgos financieros que supone un prolongado entorno de tasas muy bajas.
Con independencia de cuándo empezará la Fed a subir las tasas, el FMI alertó que un incremento de las mismas podría desencadenar “un reequilibrio significativo y abrupto de las carteras internacionales con volatilidad en el mercado y estabilidad financiera”. La inflación podría también acelerarse más rápido de lo esperado, posiblemente provocando un aumento repentino de los costos financieros.
“En cualquier caso, la volatilidad de los precios de los activos podría durar más que sólo unos días y tener efectos negativos mayores de lo anticipado en las condiciones financieras, el crecimiento, los mercados laborales y la inflación” en todo el mundo, apuntó el FMI. “Los contagios a economías con estrechos vínculos comerciales y financieros podrían ser sustanciales”, añadió.
En su revisión anual de la economía estadounidense, el FMI dijo que una serie de conmociones negativas, como la fortaleza del dólar y el mal tiempo, han minado el impulso de la creación de empleo y de expansión, lo que ha llevado al organismo a rebajar sus expectativas de crecimiento.
La huelga de puertos de la Costa Oeste y la caída de la inversión en el sector petróleo ante el descenso de los precios de la energía también han lastrado al crecimiento en el primer trimestre.
A menos que haya sorpresas positivas para el crecimiento y la inflación, el FMI dijo que esta peor perspectiva significa que la Fed debería retrasar su primer incremento de las tasas de interés hasta la primera mitad de 2016.
El desempleo a largo plazo y los altos niveles de empleo parcial apuntan a una continuación del exceso de oferta de mano de obra en el mercado laboral, mientras que los datos salariales sólo muestran un tibio crecimiento.
El dólar, que ha subido frente a otras divisas importantes en el último año a medida que la economía estadounidense cobraba fuerza y otros bancos centrales aumentaban sus políticas laxas, está perjudicando al crecimiento y a la creación de empleo. El FMI dijo que la divisa ya está “moderadamente sobrevalorada” y que una nueva apreciación notable del dólar sería dañina para la primera economía del mundo.
La petición por parte del FMI de que se aplace la suba de las tasas de interés en EE.UU. llega pese a la advertencia de que crecen los riesgos en el sistema financiero, sobre todo en los mercados de seguros y de dinero. Ante el prolongado periodo de tipos excesivamente bajos, los inversionistas se inclinan por activos de más riesgo en busca de mayor rentabilidad.
Pero el FMI cree que un débil crecimiento es más grave que los riesgos financieros que supone un prolongado entorno de tasas muy bajas.
Con independencia de cuándo empezará la Fed a subir las tasas, el FMI alertó que un incremento de las mismas podría desencadenar “un reequilibrio significativo y abrupto de las carteras internacionales con volatilidad en el mercado y estabilidad financiera”. La inflación podría también acelerarse más rápido de lo esperado, posiblemente provocando un aumento repentino de los costos financieros.
“En cualquier caso, la volatilidad de los precios de los activos podría durar más que sólo unos días y tener efectos negativos mayores de lo anticipado en las condiciones financieras, el crecimiento, los mercados laborales y la inflación” en todo el mundo, apuntó el FMI. “Los contagios a economías con estrechos vínculos comerciales y financieros podrían ser sustanciales”, añadió.
Webgrafia: THE WALL STREET JOURNAL
Autor: IAN TALLEY
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