Obama debe lidiar de forma inmediata con déficits anuales que superan el billón de dólares, meter en cintura la deuda nacional, que alcanza los 16 billones de dólares, reformar una multitud de programas sociales y enfrentar la división del Congreso.
El reto más inmediato será poner fin al "abismo fiscal", una mezcla de aumentos de impuestos y recortes de gastos que restarán 600.000 millones a la economía a finales de 2012 si el Congreso estadounidense no llega antes a algún acuerdo. Si echamos un vistazo a las primeras estimaciones, el ajuste fiscal automático que entraría en vigor a partir del próximo 1 de enero de 2013 implicaría una subida impositiva de entre 1.438 y 3.560 dólares anuales para buena parte de la población norteamericana.
El reto más inmediato será poner fin al "abismo fiscal", una mezcla de aumentos de impuestos y recortes de gastos que restarán 600.000 millones a la economía a finales de 2012 si el Congreso estadounidense no llega antes a algún acuerdo. Si echamos un vistazo a las primeras estimaciones, el ajuste fiscal automático que entraría en vigor a partir del próximo 1 de enero de 2013 implicaría una subida impositiva de entre 1.438 y 3.560 dólares anuales para buena parte de la población norteamericana.
Un hecho que amenaza no sólo con descarrilar la recuperación económica en EEUU, impulsada durante los dos últimos trimestres por el consumo de sus ciudadanos, sino que dispararía de nuevo la tasa de paro por encima del 10%.
Según los cálculos realizados por el Centro de Política Fiscal de la Brookings Institution, un individuo que ingrese entre 30.000 y 40.000 dólares al año debería pagar una media de 1.438 dólares más en impuestos, mientras que aquellos que ingresen entre 100.000 y 200.000 dólares deberían sumar hasta 6.383 dólares a sus declaraciones de la renta.
Desde Goldman Sachs asumen ya que los recortes de impuestos sobre los ingresos de las rentas más altas expirará a finales de año. Según sus cálculos, esto tendría un valor aproximado de 56.000 millones de dólares en los presupuestos de 2013. Con este escenario base por montera, los expertos del banco han rebajado la previsión de crecimiento del PIB para el último trimestre de 2012 hasta el 1,5 desde el 1,9% previo.
A la espera de los acontecimientos, los legisladores regresarán al Capitolio la semana que viene para comenzar a trabajar en un compromiso que evite los aumentos de impuestos y recortes de gasto que entrarán en vigor a principios de 2013. Por su parte, el presidente espera poner sobre la mesa una propuesta fiscal en las próximas semanas y blindar así a la clase media de un posible evento que amenaza con destartalar el gasto y el consumo en EEUU.
José Luis de Haro (Nueva York) Eleconomista.es 8/11/2012
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