martes, 20 de noviembre de 2012

Errores que te hacen ser un mal inversor

Hay errores que matan y otros que tan sólo duelen, véase el caso del 'flash crash' de la Bolsa de Bombay hace algunas semanas y todo debido a -los dichosos- errores informáticos. Lejos de la entrada, con dolo, en valores en caída libre como Bankia, como Gamesa o como Banco Popular (y sálvese quien pueda), parece que todo el mundo opta por omitir la psicología en un mundo de locos. ¿Cómo controlar la mente sobre la cartera? He aquí la guía de lo que se debe obviar al invertir en bolsa.

 “Mucha gente piensa, a raíz de tener una demo, que todo va a ser exactamente igual. La plataforma es la misma, lo que no lo es son los condicionantes.” Y es que entra en juego el dinero. “En la primera operación, llegan las “dudas”, afirma Ignacio Albizuri, de Pro Core Trading, aunque confiesa que tan sólo sucede con las primeras órdenes y da paso a que “sólo sea el precio el que afecta a las operativas”.

Pero, ¿qué hace el estrés? Básicamente, no nos deja pensar, pero “si se sabe manejar eficazmente” puede llegar a ser muy fructífero. Ante todo, el analista recomienda no caer “en una sensación de agobio” que da lugar a ejemplos paradigmáticos como cerrar una operación “cuando aún se encuentra a ocho puntos del stop”.

En todo caso, existen cifras que pueden determinar hasta qué punto afecta sobre el trading este nivel de estrés. “Si el ratio de acierto se acerca al 65%, podemos mantenernos en el mercado y es imprescindible para la supervivencia del trader” e insiste en que también es necesario “controlar el capital y los stops”.

¿Se atreven con la filosofía de la guerra? Aquí entra en juego el ‘Arte de la guerra’ de Sun Tzu. Son cinco pasos “fundamentales” que “todo trader debe tener en cuenta a la hora de embarcarse en una inversión”: el primero de ellos es “la influencia moral”, según Alejandro de Luis, colaborador de XTB y deluistrading.com.

De Luis vuelve al concepto de base, “el trading es un juego psicológico”, afirma, en donde “un 70/80%, la psicología desarrolla un papel fundamental”.

A ello se suma el concepto de “clima”, saber dónde se está moviendo el inversor e identificar tendencias. “No hablamos de hacer sólo operaciones a favor de tendencia”, dado que son cada vez las operaciones que operan ‘a la contra’. En este sentido, hay “tres caminos posibles: el mercado puede ser alcista, bajista o lateral”.

El tercer punto en cuestión “es el terreno” en el que se debe reconocer “las posibilidades de vida que existen” puesto que en guerras iguales, cualquier temperatura extrema puede acabar hasta con los más fuertes. De Luis apela a la tradición a la hora de referirse a la evolución –educativa- de cualquier trader y es que si el comienzo suele ser en ‘acciones’, el paso del tiempo suele llevar el dinero hacia productos más apalancados como las divisas. Un hecho que no quiere decir que el éxito se contagio entre mercados, esto es, de la cima al hoyo hay un paso en los mercados de renta variable, con lo que hay que saber elegir el producto que mejor se adapte a la hora de invertir.

La actitud influye también, claro está, y es como en todo…tras la teoría llega la práctica y es necesario adquirir cierta experiencia. Además, invertir puede ser entendido como un trabajo más con lo que no es de extrañar que la doctrina sea también importante.


Pequeño inversor: ¿huir?

Si aún permanece dentro del mercado, todavía se habrá encontrado con problemas en casa dado que los otros aún pretendemos que los laven fuera. Según el Informe Anual del Protector del Inversor elaborado por BME, a cierre de 2011 las dudas planteadas sobre el apartado 'otros' representaban el 30% del total, un 23% superior al año precedente. Detrás se encuentra un asunto evidente y que será aún más palpable a todas luces en el próximo informe del año 2012. “Merecen una mención especial las llamadas provocadas por la insuficiente información sobre las características de las participaciones preferentes, información no clara que puede llegar a ser incluso confusa y equívoca”, versa el texto. Más tarde llegaría la CNMV.

En este punto, llega el decálogo del buen trader que -como en todo- comienza por saber identificar tendencias. Pero, ¿qué no se debe hacer? Luis Francisco Ruiz, director de Análisis de la Zona Premium, identifica ocho errores con los que no se debe transigir al invertir en bolsa. El primero y fundamental -algo que no comenten los fondos de inversión- es no emplear dinero que se pueda llegar a necesitar ahora o en futuro. La lista de los 'mustn´t do' pasa por saber diversificar -no en exceso que ya no se lleva, según los expertos-, no disponer de una estrategia e incluso no conocerse a uno mismo. Con todo ello, si se atreven, ya tienen las claves para saltar al inquietante mundo animal de las finanzas.
20/11/2012

jueves, 8 de noviembre de 2012

La clase media de EEUU tendrá que pagar 3.000 dólares más en impuestos si no hay acuerdo político


Los estadounidenses han depositado un voto de confianza en Barack Obama, el presidente que sobrevivió a las urnas tras la crisis económica. Pero ahora tiene que demostrar en menos de 54 días que es capaz de blindar a la clase media contra una fatídica subida de impuestos.
Obama debe lidiar de forma inmediata con déficits anuales que superan el billón de dólares, meter en cintura la deuda nacional, que alcanza los 16 billones de dólares, reformar una multitud de programas sociales y enfrentar la división del Congreso.

El reto más inmediato será poner fin al "abismo fiscal", una mezcla de aumentos de impuestos y recortes de gastos que restarán 600.000 millones a la economía a finales de 2012 si el Congreso estadounidense no llega antes a algún acuerdo. Si echamos un vistazo a las primeras estimaciones, el ajuste fiscal automático que entraría en vigor a partir del próximo 1 de enero de 2013 implicaría una subida impositiva de entre 1.438 y 3.560 dólares anuales para buena parte de la población norteamericana.
Un hecho que amenaza no sólo con descarrilar la recuperación económica en EEUU, impulsada durante los dos últimos trimestres por el consumo de sus ciudadanos, sino que dispararía de nuevo la tasa de paro por encima del 10%.
Según los cálculos realizados por el Centro de Política Fiscal de la Brookings Institution, un individuo que ingrese entre 30.000 y 40.000 dólares al año debería pagar una media de 1.438 dólares más en impuestos, mientras que aquellos que ingresen entre 100.000 y 200.000 dólares deberían sumar hasta 6.383 dólares a sus declaraciones de la renta.
Desde Goldman Sachs asumen ya que los recortes de impuestos sobre los ingresos de las rentas más altas expirará a finales de año. Según sus cálculos, esto tendría un valor aproximado de 56.000 millones de dólares en los presupuestos de 2013. Con este escenario base por montera, los expertos del banco han rebajado la previsión de crecimiento del PIB para el último trimestre de 2012 hasta el 1,5 desde el 1,9% previo.
A la espera de los acontecimientos, los legisladores regresarán al Capitolio la semana que viene para comenzar a trabajar en un compromiso que evite los aumentos de impuestos y recortes de gasto que entrarán en vigor a principios de 2013. Por su parte, el presidente espera poner sobre la mesa una propuesta fiscal en las próximas semanas y blindar así a la clase media de un posible evento que amenaza con destartalar el gasto y el consumo en EEUU.
 
José Luis de Haro (Nueva York) Eleconomista.es 8/11/2012

El triunfo de Obama preserva la continuidad de la política de la Fed

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El triunfo del presidente Barack Obama en las elecciones del martes aumenta las probabilidades de que la política monetaria relajada de la Reserva Federal de Estados Unidos no sufra grandes modificaciones hasta que la economía no muestre señales de un sólido repunte.
El banco central ha indicado que prevé mantener las tasas de interés a corto plazo en cerca de cero al menos hasta mediados de 2015 y es improbable que Obama quiera cambiar de rumbo.
 
Aunque los presidentes no pueden interferir directamente en las decisiones de la Fed, pueden influir al nombrar a los siete miembros de su junta, los que también deben ser confirmados por el Senado.
Obama ya ha impreso su sello en la Fed al volver a designar a Ben Bernanke en la presidencia y nombrar a cinco de los restantes seis integrantes.
 
Su reelección significa que también nombrará al sucesor de Bernanke, quien se espera no postule a un tercer período al frente de la Fed cuando concluya su gestión en enero de 2014.
"Cuesta imaginar que Obama nombrará a alguien… que rompa de manera dramática con el actual marco político", señaló Roberto Perli, ex economista de la Fed y director ejecutivo de International Strategy and Investment Group. El mandatario probablemente nominará a alguien que continúe afirmando que "la política monetaria relejada es necesaria y adecuada a estas alturas", observó.
La Fed comenzó en septiembre a comprar US$40.000 millones adicionales al mes de valores hipotecarios e indicó que lo seguirá haciendo hasta que el mercado laboral se fortalezca. Esto se suma a la adquisición mensual de US$45.000 millones de bonos del Tesoro a largo plazo, comprados con la recaudación de la venta de bonos del Tesoro a corto plazo. La Fed decidirá si continuará ambos programas en su reunión prevista para el 11 y 12 de diciembre.
 
Ahora que Obama seguirá por otros cuatro años en la Casa Blanca, una candidata para reemplazar a Bernanke es la vicepresidenta de la junta de la Fed, Janet Yellen. Antes de pasar a la Fed en los años 90, Yellen fue profesora de economía de la Universidad de California en Berkeley y formó parte del Consejo de Asesores Económicos de Bill Clinton. Posteriormente, asumió la presidencia del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, antes de regresar a la Fed como vicepresidenta de la junta. Yellen sería la primera mujer en encabezar la Fed.
 
La filosofía monetaria de Yellen coincide en gran parte con la de Bernanke. Al igual que él, Yellen opina que las tasas de interés bajas pueden apuntalar el empleo. Algunos integrantes de la Fed y detractores externos están en desacuerdo e indican que la Fed no puede relajar las fricciones en el mercado laboral que impiden el descenso de la tasa de desempleo, que actualmente llega a 7,9%.
Asimismo, es improbable que se revierta el proceso de decisiones colaborativas que fomentó Bernanke.
 
Los presidentes de los bancos regionales de la Fed están más acostumbrados a jugar un papel influyente en las decisiones de política monetaria en comparación a sus predecesores bajo el liderazgo de Alan Greenspan, quien dominaba la política de la Fed.
"No creo que (una presidencia de Yellen) significaría un retorno al estilo de liderazgo de Greenspan", apuntó Michael Feroli, economista jefe de J.P. Morgan ChaseJPM -5.93% & Co. en EE.UU.
Otros posibles candidatos para el puesto son tres ex vicepresidentes de la Fed: Donald Kohn, actual catedrático del centro de estudios Brookings Institution; Roger Ferguson, Jr., presidente ejecutivo de la firma de valores TIAA-CREF y Alan Blinder, profesor de economía de la Universidad de Princeton. El ex Secretario del Tesoro y asesor económico de la Casa Blanca, Lawrence Summers, que actualmente se desempeña como profesor de economía de la Universidad de Harvard, también podría ser nominado.
 
Yellen, Blinder y Ferguson declinaron comentar para este artículo mientras que Kohn y Summers no respondieron a una solicitud de comentarios.
El proceso de seleccionar y confirmar al próximo titular de la Fed probablemente será aplazado por otras decisiones más urgentes. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ha indicado que dejará su puesto en enero, al igual que la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Un factor que podría complicarle la vida a la Fed es la manera en que la Casa Blanca y el Congreso afronten las alzas de impuestos y recortes de gastos que entrarían en vigor a inicios de 2013.
Los legisladores y la Casa Blanca volverán a enfrentarse sobre cómo reducir el déficit fiscal sin descarrilar la recuperación económica. Si el gobierno y los parlamentarios no logran llegar a un acuerdo, la política fiscal podría hundir la economía que la Fed ha intentado respaldar.
 
 
 

martes, 6 de noviembre de 2012

La deuda es prioridad para quien gane en Estados Unidos

Si el ganador de la elección presidencial quisiera abordar el preocupante nivel de deuda de Estados Unidos, probablemente tendrá que romper una o dos promesas de campaña.
 
El presidente Barack Obama y su oponente, el republicano Mitt Romney, han criticado mutuamente sus planes para hacer frente a la creciente deuda de la nación. Sin embargo, son similares en un aspecto fundamental: ambos ofrecen recetas que en gran medida eximen a la clase media de la amarga medicina.
 
La propuesta de Obama hace principalmente pequeños cambios al programa gubernamental de atención médica para la tercera edad Medicare y no incluye mayores reducciones a los beneficios, a pesar de que el programa es el mayor impulsor de la deuda estadounidense a futuro.
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Romney dice por su parte que no subirá los impuestos como parte de su estrategia para reducir el déficit. En lugar de ello, propone reducir drásticamente los impuestos sobre el supuesto de que menores tasas impositivas impulsarán el crecimiento económico y a los ingresos del gobierno, una idea que divide a los economistas, quienes no están seguros del tamaño de tal efecto.
 
Ambas propuestas presupuestarias apuntan a los sectores más extremos de cada partido y carecen de detalles clave. Ambos candidatos dicen que se comprometerían a llegar a un acuerdo, pero han ofrecido pocas pistas sobre cómo hacerlo.
 
"Es una situación extremadamente peligrosa", dijo el expresidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, mencionando el crecimiento de la deuda del país y la falta de consenso sobre cómo resolver el problema. "Creo que subestimamos la magnitud de los actuales desequilibrios financieros y lo difícil que será resolverlos. Estamos tratando de hacer esto sin dolor. Pero no hay un escenario creíble en el que eso ocurra", indicó.
 
El vencedor del martes se enfrenta a una prueba inmediata de su voluntad de compromiso, ya que después del 31 de diciembre, si el Congreso no actúa, los impuestos subirán significativamente en todos los ámbitos y entrarán en vigor los recortes de gastos obligatorios.
 
Si Romney es elegido presidente, se espera que los legisladores creen una solución temporal para aplazar el asunto hasta 2013, mientras se posesiona como el nuevo mandatario. Si Obama es reelegido, es probable que tenga que hacer frente de inmediato al problema.
Legisladores nerviosos en ambos partidos se quejan de que ninguno de los dos candidatos está siendo lo suficientemente honesto con los votantes.
 
La deuda estadounidense ha crecido rápidamente en los últimos años a raíz de una combinación de crisis económicas, recortes de impuestos, que le han restado ingresos al gobierno, y decisiones de gastos realizadas por legisladores y presidentes de ambos partidos.
El déficit del gobierno de EE.UU. ha superado el US$1 billón (millón de millones) por cuarto año consecutivo, y la deuda supera ahora los US$16,1 billones. Moody's Investors Service Inc. ha amenazado con unirse a Standard & Poor's Ratings Services y rebajar la calificación de la deuda estadounidense si no se resuelve el problema.
 
Para los demócratas y la Casa Blanca, el mayor interrogante es el Medicare, el seguro médico para personas mayores que tiene unos 50 millones de beneficiarios. Se prevé que el programa sea incapaz de pagar todos los beneficios en 2024, según sus administradores. En las décadas siguientes, se prevé que crezca más rápido que cualquier otra parte del presupuesto.
Los cambios propuestos al programa por la Casa Blanca encontrarían en gran medida ahorros mediante la reducción de los pagos efectuados directamente a los médicos y hospitales. De esa manera, argumentan los demócratas, no se hacen grandes recortes a los beneficiarios, sino a los proveedores.
 
Romney, a su vez, ha propuesto elevar gradualmente la edad a la que alguien puede empezar a recibir beneficios de Medicare. Su propuesta también transferiría a los estadounidenses a un programa en el que el gobierno ayudaría a pagar las primas para planes de seguros privados, y de esa forma limitar la dependencia en Medicare.
 
Por DAMIAN PALETTA  W.S.J.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Los hispanos pueden determinar quién ocupará la Casa Blanca

LAS VEGAS—En una contienda reñida, la esperanza de reelección del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, depende del voto latino. El alto crecimiento de esta población significa que los hispanos tienen más peso que en cualquier elección anterior, en particular en los estados que los candidatos tienen la obligación de ganar para llegar o seguir en la Casa Blanca.
 
La gran pregunta en momentos en que la campaña llega a su fin es cuántos latinos acudirán a las urnas. Ahí radica la importancia de un incidente pequeño, pero elocuente, a principios de semana. Un mariachi junto con un grupo de voluntarios hispanohablantes que apoyan la reelección de Obama se instalaron en el estacionamiento de un supermercado alejado de las luces de neón de los casinos de esta ciudad.
 
Los voluntarios se acercaban a los clientes del supermercado Cárdenas en el este de Las Vegas, en su mayoría latinos, y les decían que el local también servía como centro donde podían votar por anticipado. Mientras los mariachis tocaban, la gente se detenía frente a una mesa con letreros que proclamaban "Nosotros decidimos" y se inscribían para asistir a un evento de Obama.
 
El presidente no tiene más alternativa que tratar de conquistar el voto hispano. Su apoyo entre los afroamericanos asciende a 92%, mientras que los electores blancos se distancian de él. Una encuesta reciente de The Wall Street Journal-NBC News mostró que su respaldo entre la población blanca que probablemente votará llega a sólo 36%, siete puntos por debajo de la elección de 2008. El mismo sondeo le da una ventaja de 70% frente a 25% sobre el aspirante del Partido Republicano, Mitt Romney, entre los electores latinos.
 
El reto de la campaña de Obama es hacer que estos partidarios acudan a las urnas. Los latinos tienden a ser más jóvenes que el resto de la población y no votan de manera tan predecible como otros grupos.
 
Otra preocupación para Obama es que el entusiasmo de los latinos es menor que el del resto del país, aunque ha crecido conforme se acerca la elección.
 
Muchos votantes hispanos están decepcionados que el presidente no haya cumplido su promesa electoral de buscar con mayor ahínco un camino hacia la regularización del estatus legal de los 11 millones de indocumentados. Obama trató de afianzar su posición con los latinos en junio, al anunciar que numerosos jóvenes indocumentados podrán postularse a un programa que les permite vivir y trabajar temporalmente en Estados Unidos sin temor a ser deportados.
"A estas alturas, para que Barack Obama triunfe, los votantes latinos tienen que votar en masa", dice el encuestador del Partido Demócrata, Peter Hart, quien elabora conjuntamente la encuesta de The Wall Street Journal. "Son fundamentales porque son centrales en estados que decidirán la elección", afirmó, mencionando a Nevada, Colorado, Ohio y Virginia.
 
Incluso a algunos republicanos les preocupa que el distanciamiento del partido de los electores latinos los perjudique en el futuro. Steve Schmidt, estratega de la campaña presidencial del senador republicano John McCain en 2008, lamentó recientemente "el desplome en el apoyo a candidatos republicanos en el grupo demográfico de mayor crecimiento del país". "Hace ocho años teníamos conversaciones sobre obtener 50% del voto hispano. Ocho años después estamos preocupados de si obtendremos 30% a nivel nacional", agregó.
 
Las campañas de Obama y Romney cortejan a los electores latinos de maneras distintas y para fines diferentes. En ningún lugar sus estrategias contrastantes son tan evidentes como en Nevada y Colorado, dos estados clave que cuentan con significativas poblaciones latinas.
 
Este año, los hispanos representan más de 14% de los votantes habilitados en Nevada, un punto porcentual más que en los comicios de 2008. En Colorado, son 15,5% de los votantes habilitados, cuatro puntos porcentuales más que en 2008, según el Centro Hispano Pew.
 
La campaña de Romney asegura que está cortejando enérgicamente el voto latino. "Lo más importante es asegurarse de que los hispanos sepan que tienen una opción y que los republicanos quieren su voto y su apoyo", dijo Bettina Inclan, directora nacional de enlace hispano para la campaña de Romney.
 
Muchos votantes hispanos dijeron que se formaron una imagen de Romney durante las primarias republicanas cuando el candidato adoptó una posición dura en temas migratorios. En los últimos meses, Romney ha atenuado su retórica, enfatizado soluciones bipartidistas y prometido lograr una solución a largo plazo para la política migratoria. Pero sus declaraciones anteriores causaron preocupación, dicen líderes hispanos.
 
Antonio Esquibel, un profesor universitario retirado, ha recorrido en los últimos meses los barrios de Denver, la capital de Colorado, donde hay una alta concentración de hispanos. Esquibel dice que ha encontrado casi exclusivamente partidarios de Obama. "Ni siquiera quieren oír de Romney", señaló.
Con sus centros de llamadas y eventos bilingües dirigidos a los dueños de pequeñas empresas, los republicanos se fían de sus argumentos económicos para ganar un grupo electoral que tradicionalmente favorece a los demócratas. "Estás hablando de una comunidad que fue golpeada con fuerza en esta economía", apuntó James García, dirigente de la campaña de Romney en Colorado. "Los hispanos están preocupados por la economía".
 

jueves, 1 de noviembre de 2012

Sandy les costaría hasta US$20.000 millones a las aseguradoras

El huracán Sandy podría costarle a la industria de seguros hasta US$20.000 millones, una cifra que ubicaría la devastadora tormenta de esta semana en segundo lugar detrás del huracán Katrina de 2005 en términos de pérdidas para las aseguradoras, según nuevas estimaciones de los daños.
La firma de simulación de desastres Eqecat Inc. indicó que las pérdidas para las aseguradoras probablemente serán de entre US$10.000 millones y US$20.000 millones, y que el costo total de la tormenta, incluyendo daños a bienes que no estaban asegurados por compañías privadas, sería de entre US$30.000 millones y US$50.000 millones.

Las estimaciones de Eqecat y otras firmas de simulación de desastres son seguidas de cerca por la industria de seguros para proveer sus cálculos iniciales sobre los probables costos de grandes desastres.

Los analistas de Wall Street dijeron esta semana que el sector de seguros no tendría problemas para digerir los costos de la tormenta, pero las estimaciones de daños siguen subiendo. Antes de que Sandy tocara tierra el lunes, Eqecat había señalado que las pérdidas aseguradas rondarían entre US$5.000 millones y US$10.000 millones. Otra firma, AIR Worldwide, dijo el martes que la tormenta habría causado entre US$7.000 millones y US$15.000 millones en pérdidas aseguradas.
Aun así, se cree que las aseguradoras de propiedades cuentan con abundante efectivo, y varias registraron ganancias récord en el tercer trimestre.

Millones de personas en el noreste de Estados Unidos, la región más poblada del país, continúan sin electricidad tras el paso de Sandy. Eqecat indicó en un comunicado el jueves que los apagones "provocarán pérdidas aseguradas considerablemente mayores (…) a las previstas" en una tormenta de la intensidad de Sandy.

Además, es probable que el cierre de carreteras, túneles y el sistema de metro de la ciudad de Nueva York también eleve los reclamos, señaló la firma.
De ubicarse en el extremo superior de las estimaciones de Eqecat, Sandy le costaría más a la industria de seguros que cualquier otro huracán salvo Katrina, que provocó US$41.100 millones en pérdidas aseguradas cuando azotó la costa del Golfo de México en 2005.

El huracán Andrew, que causó US$15.500 millones en pérdidas aseguradas en 1992, había sido la segunda tormenta más costosa. El Instituto de Información sobre Seguros dice que el costo de Andrew sería de cerca de US$23.000 millones actuales si se ajusta por inflación.

Por ERIK HOLM W.S.J.