Si una persona que andaba de viaje por el Universo llegaba el jueves 12 de enero al planeta Tierra, y de inmediato encendía su ordenador para ver las noticias económicas, pocas dudas le habrían quedado: a Europa le está yendo razonablemente bien, y a Estados Unidos, cada vez peor.
Esa es la conclusión que puede quedar luego de escuchar al Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que encontró, en su visión y seguramente en la de sus principales funcionarios, un clima difícil pero llevadero en el viejo continente en materia financiera.
A medida que transcurría su habitual conferencia de prensa, posterior al anuncio de política monetaria, uno podía pensar que la crisis europea es pasajera, y que no reviste mayor gravedad.
Cuando Draghi dijo abiertamente que los inversores vuelven a confiar en Europa, a un servidor le queda una duda: si esto es así, por qué la entidad que él mismo preside sigue recibiendo dinero en montos record desde la creación de la misma?
Acaso los bancos han renunciado alegremente a ganar dinero prestando a otros bancos, y depositan en el BCE para que sus depósitos ganen prestigio? No lo creo.
Sí creo, en cambio, que la inyección de optimismo que intentó colocar Draghi a los mercados, bien tomada en las horas siguientes, dejó el sabor amargo de quien sabe que le están tratando de decir una cosa que en verdad no es, pero que necesita creer.
Del otro lado del Atlántico, Estados Unidos. Con cifras alentadoras en creación de empleo, en tasa de desempleo, en peticiones semanales de subsidios… Y de pronto, estas últimas se disparan nuevamente, hasta rozar los temidos 400 mil de promedio de las últimas 4 semanas. Y las ventas minoristas, que en diciembre deberían ser cuantiosas, solo aumentaron un tibio 0,1%.
La reacción inmediata fue directamente proporcional a los anuncios. Y pasó lo que suele pasar cuando Europa recibe buenas noticias, y Estados Unidos malas: el euro se disparó hasta buscar casi 1,29.
Pero sabe, me parece que los mercados huelen que en Europa el clima no es el que pinta Draghi, y que en Estados Unidos, las cosas pueden mejorar mucho más en los próximos meses.
Y la sensación es que el estado de cosas vuelve a ser el anterior a estos anuncios. Una larga crisis en Europa, y Estados Unidos resurgiendo, lentamente, de su larga caída.
ADRIAN AQUARO
DIRECTOR-TRADER COLLEGE
DIRECTOR-TRADER COLLEGE
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