Llama la atención la forma en que se busca cambiar de era económica.
Con argumentos similares a los que utilizan algunos supuestos especialistas, que toman una muestra (o dos) de una determinada técnica de trading, y la vuelcan como ejemplo a seguir por los novatos, algunos economistas se esmeran en poner a Estados Unidos en posición de derrota ante prácticamente todo el mundo.
Según esta teoría, esbozada en artículos que, para cubrir espaldas, terminan diciendo que esto puede pasar en 2030, 2070 o 2140, el dólar ha perdido su hegemonía como moneda de referencia en los mercados, y se mencionan ejemplos cuasi graciosos, como su remplazo por el yuan chino (moneda que no tiene libre flotación cambiaria), o divisas de países emergentes como Brasil con su real, o Rusia, con el rublo.
No se pone en un plano de igualdad al euro, porque a pesar de que hace dos años se lo mencionaba como la referencia de cotización del petróleo, ahora está vapuleado y se lo trata con la misma saña que al dólar en su oportunidad.
Se pone como ejemplo de estos supuestos cambios de paradigmas, de los cambios de era, de la derrota de Estados Unidos, en la debilidad de su moneda, el dólar.
Por eso quisiera traer a esta columna los cierres de los últimos años de las monedas más importantes respecto al dólar, para demostrar que la moneda norteamericana no ha perdido poder, pese a las constantes inyecciones de liquidez que le dio a los mercados la Reserva Federal. Y también demuestra como ante una crisis, o un esbozo de la misma, los inversores siguen eligiendo al billete verde como refugio, refutando las teorías de quienes buscan quedar en la historia llegando a conclusiones indemostrables.
El euro, principal “rival” del dólar en los últimos años, inició el año 2008 en 1,4635, 2009 en 1,3985, 2010 en 1,43 y 2011 en 1,3960. Finaliza 2011 en la cercanía de 1,30, debajo de los valores mencionados.
La libra Esterlina, moneda estable si las hay, y que solo excepcionalmente se escapa de la zona de 1,60, inició 2008 en 1,9870, 2009 en 1,4660, 2010 en 1,61, 2011 en 1,5560 y finaliza el año en 1,56, valor similar a enero.
El franco suizo, que alcanzó durante este año su máximo histórico luego de sendas maniobras especulativas combinadas con el yen, por parte de fondos de inversión, y con una falta de reacción por lo menos sugestiva por parte del Banco Nacional de Suiza, inició 2008 en 1,13, 2009 en 1,07, 2010 en 1,03 y 2011 en 0,98. Cierra este año, es verdad, por debajo de estos valores, pero unos céntimos de la apertura anual.
La excepción podría ser el yen. La moneda nipona sí se ha fortalecido desde 4 años a la fecha, pese a que la economía local, que se mantiene en el tercer puesto del mundo, se ha estancado, y la tasa de interés de referencia del Banco de Japón es la más baja del mercado desde hace varios años. Cierra 2011 con un 16% de ganancia respecto a 2009, y con un 4% de ganancia frente a la apertura de este año. Es decir, se redujo su apreciación drásticamente en los últimos doce meses.
Significa lo expuesto una defensa férrea del dólar, o representa un interés en particular? Definitivamente no. Lo que se quiere demostrar es que no hay ningún cambio de liderazgo inminente, que las potencias siguen siendo las mismas y dominan el circuito económico y financiero del mundo, que las naciones emergentes crecen en términos globales pero no en el ingreso per cápita, y que las mismas solo experimentan esos índices de crecimiento por sus enormes poblaciones, pero no por desarrollo propio.
El dólar seguirá, pues, dominando el panorama de las divisas, y seguirá siendo la referencia y el centro de todos los activos financieros. Por muchos años.
ADRIAN AQUARO
DIRECTOR-TRADER COLLEGE
DIRECTOR-TRADER COLLEGE
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