BRUSELAS -- Este domingo, los reguladores de Europa darán a conocer si 150 de los principales bancos de la Unión Europea han demostrado ser lo suficientemente solventes como para capear otra crisis financiera. Para averiguarlo, los supervisores han estado revisando el valor de los activos en los balances de los bancos, cuánto valor perderían esos activos --desde hipotecas a inversiones en bonos o créditos empresariales-- en caso de impactos financieros y económicos simulados y si los bancos cuentan con capital suficiente para absorber las pérdidas.
¿Para qué sirven las pruebas de solvencia?
La economía de la UE lleva en problemas desde que comenzó la crisis financiera en 2008. Las autoridades y los economistas de la UE consideran que esto se debe en parte a la renuencia de los bancos a prestar dinero a los hogares y las empresas y a que tampoco se lo prestan entre ellos, lo que impide que se realicen las muy necesarias inversiones. Confían en que estas pruebas de solvencia expongan a los bancos débiles y demuestren a los inversionistas que el sistema financiero del bloque es seguro.
¿Quién las realiza?
El Banco Central Europeo examinará a 130 bancos de los 18 países que componen la eurozona más Lituania, que se unirá al grupo el 1 de enero. Los reguladores nacionales han ayudado a realizar las pruebas. La Autoridad Bancaria Europea, con sede en Londres, supervisa las pruebas de solvencia de 123 bancos de los 28 países de la Unión Europea, algunos de los cuales, como Reino Unido, no pertenecen a la eurozona. La mayoría de los bancos aparecen en ambas muestras y los escenarios que se manejan son los mismos en los dos ejercicios. La revisión de la calidad de los activos, que primero verificó el valor de los activos utilizados en el ejercicio, ha sido realizada por el BCE y los supervisores nacionales.
¿Por qué se realizan las pruebas ahora?
Tras las graves crisis bancarias en Irlanda, España y Chipre, los 18 países de la UE que comparten el euro decidieron el pasado año que el BCE se encargara de supervisar a sus bancos más grandes. Las autoridades argumentaron que los supervisores nacionales no habían logrado muy a menudo identificar los problemas en sus sectores bancarios bien porque temían las repercusiones, bien porque no fueron capaces de entender los riesgos transfronterizos. El BCE quería llevar a cabo las pruebas de solvencia antes de comenzar a encargarse de la supervisión el 4 de octubre para asegurarse de que se solventan los viejos problemas.
Más datos sobre la revisión del valor de los activos
A diferencia de lo ocurrido con las pruebas de solvencia anteriores, el ejercicio de este año viene precedido de una revisión de la calidad de los activos. En esta revisión, los supervisores comprueban si los bancos han estado sobrevalorando sus activos. Las pruebas de solvencia propiamente dichas, en las que los bancos tienen que superar un simulacro de crisis de tres años, no se realizan hasta después de revisada la calidad de los activos. Algo a lo que hay que prestar atención es que el BCE también va a revisar a unos 30 bancos de la eurozona que no participan en la prueba de solvencia principal que lleva a cabo la Autoridad Bancaria Europea, que cubre a los 28 países de la UE.
¿Qué obstáculos deben superar los bancos?
Los bancos deben demostrar que sus colchones de capital de nivel 1 o capital principal no caerán por debajo del 8% de los activos ponderados por riesgo tras la revisión de la calidad de los activos y si la economía evoluciona como se espera hasta 2016. En el escenario de crisis, en el que la UE cae en una recesión de dos años y experimenta el tipo de pánico del mercado que se dio tras el hundimiento del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers, los bancos deben mantener un colchón de capital de, como mínimo, el 5,5%.
¿Qué pasa si un banco reprueba?
Los bancos que no aprueben las pruebas de solvencia deberán aumentar sus colchones de capital. Pueden hacerlo vendiendo acciones nuevas o deshaciéndose de activos. Los bancos que no logren captar capital de fuentes privadas podrían necesitar la ayuda de sus Estados. Sin embargo, antes de que se inyecte en un banco dinero de los contribuyentes, sus accionistas y acreedores subordinados deberán asumir pérdidas.
¿Y qué pasa luego?
Los bancos problemáticos tendrán dos semanas para elaborar planes para captar capital adicional. Los que no logren aprobar la revisión de la calidad de sus activos o el escenario base del test tendrán seis meses para poner en marcha estos planes. Los bancos que suspendan sólo el escenario de crisis tendrán nueve meses para hacerlo. En los casos más graves, como por ejemplo si se descubre un agujero en un banco muy grande, los supervisores podrían tener que anunciar medidas ya el domingo por la tarde.
Gabriele Steinhauser
W.S.J jueves, 23 de octubre de 2014
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