La canciller alemana Angela Merkel rechazó el jueves las presiones sobre la economía más poderosa de Europa para que financie la deuda o garantice depósitos bancarios en la Eurozona, mientras el enorme incremento del coste de la deuda de España disparó las alarmas.
El rendimiento de los bonos españoles a 10 años alcanzó el nivel más alto desde la entrada en vigor del euro con un 7% - un nivel por encima del cual Grecia, Irlanda y Portugal se vieron obligados a buscar rescates internacionales -, a pesar del acuerdo de la zona euro alcanzado la semana pasada para prestar a Madrid hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar sus bancos en peor estado.
Moody's recortó ayer la calificación de España en tres escalones a Baa3, justo un nivel por encima del bono basura, incrementando la sensación de incertidumbre en los mercados financieros antes de las elecciones clave que tendrán lugar el domingo en Grecia.
Ante el Parlamento en Berlín, Merkel rechazó "soluciones milagrosas", como la emisión de eurobonos o la creación de un sistema de depósito de garantías en toda Europa, respaldado por otros dirigentes como el nuevo presidente francés, François Hollande, y el primer ministro italiano, Mario Monti, que hoy se han reunido.
Estas propuestas serían "contraproducentes" y violarían la Constitución alemana, dijo la canciller alemana. En cambio, hizo un llamamiento a avanzar en pasos graduales hacia la "tarea hercúlea" de construir una unión política europea. "Hoy nuestra tarea es compensar lo que no se ha hecho (cuando el euro se creó en 1999) y poner fin al círculo vicioso de deuda nueva, de no atenerse a las reglas", dijo.
La líder alemana advirtió contra un potencial uso excesivo de los recursos de la mayor economía de Europa, al decir que "Alemania está poniendo esta fuerza y esta potencia para el bienestar de las personas, no sólo en Alemania sino también para ayudar a la unidad europea y la economía global", pero enfatizó en que "la fuerza de Alemania no es infinita".
Italia, inmersa rápidamente en la línea de fuego, vio el coste de su deuda a tres años aumentar a 5,3% en la subasta del jueves, el nivel más alto desde diciembre, a pesar del fuerte apoyo expresado por Alemania a las reformas de Monti cuando visitó Berlín el miércoles.
El aumento del rendimientos de los bonos españoles e italianos reflejan la preocupación de los inversores porque la moneda los 17 países no ha podido detener su crisis de deuda, que se prolonga desde hace dos años y medio y se enfrenta a una potencial tormenta política ante una elección que podría marcar la salida de Grecia del euro.
Advertencias a Grecia
El presidente francés dijo en una entrevista a la televisión griega que quería que Atenas permanezca en la moneda única y destacó que corresponde a los votantes griegos decidir lo que desean.
"Pero tengo que advertirles, porque yo soy un amigo de Grecia, que si existe la impresión de que Grecia quiere distanciarse de sus compromisos y abandonar toda perspectiva de recuperación, habrá países de la zona euro que preferirán poner fin a la presencia de Grecia en la zona euro", comentó. Hollande no mencionó esos países, pero algunos altos cargos alemanes, holandeses y austriacos han hablado abiertamente de una posible salida de Grecia del euro.
En las últimas encuestas, el partido izquierdista griego SYRIZA, que rechaza los términos del plan de rescate griego de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, competía codo a codo con el conservador Nueva Democracia.
Los griegos, que han soportado cuatro años de recesión y ahora tienen un 22,6 por ciento de desempleo, han estado sacando dinero de los bancos y comprando alimentos antes de las elecciones, por temor a que empeore la situación después de los comicios.
Los problemas de deuda de Grecia han llevado a la vecina Chipre al borde de pedir un rescate financiero. Los dirigentes del país están mirando a Europa, Rusia y China para conseguir los mejores términos de una potencial ayuda.
EEUU presiona a Alemania
Merkel reconoció que la crisis de la zona euro, y el papel de Alemania, estará en el centro de atención de la cumbre del G20, que reunirá la próxima semana a las principales economías del mundo en Los Cabos, México. Los líderes se reunirán el lunes, al día siguiente de los comicios griegos.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, dijo que el mundo estará mirando a Alemania y otros países de la UE para que proporcionen claridad sobre los planes que buscan lograr una unión bancaria en la zona euro. Sin embargo, dijo que no sería justo mirar a Alemania como la única fuente de solución de los problemas en la zona euro.
"Alemania dice que está trabajando por una unión monetaria. Estamos dispuestos a respaldar este amplio esfuerzo, ustedes tienen que apoyar las reformas", dijo Geithner al Consejo de Relaciones Exteriores en Washington, y agregó que era necesario que otros países avancen hacia la posición de Alemania.
Reuters
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