lunes, 23 de noviembre de 2015

Malas noticias para el bienestar en Europa

En economía y en otras ciencias sociales se estudia la diferencia que hay entre riesgo e incertidumbre. El riesgo conlleva la posibilidad de asignar probabilidades a distintas alternativas, de forma que las personas actuarán según sean más o menos amantes del riesgo. Por el contrario, en las situaciones de incertidumbre no se pueden asignar dichas probabilidades, es decir, la incertidumbre se caracteriza por ser imprevisible y muy difícil de evaluar.
Si algo caracteriza al escenario internacional, máxime tras los atentados de París, es la incertidumbre. No sabemos qué va a pasar ni qué deriva van a tomar los acontecimientos. Por ello, resultaría totalmente prematuro cuantificar los efectos que pueden tener dichos atentados sobre la situación económica internacional. Lo único que es evidente es que esa incertidumbre va a ralentizar claramente la toma de decisiones de los inversores y va a deteriorar el clima de confianza del consumidor.
Si todos somos conscientes de que vivimos en un entorno caracterizado por la volatilidad, la rapidez de los cambios y la incertidumbre, ahora hay que añadir un factor adicional que es el miedo. El miedo se ha instalado en nuestras sociedades y el miedo es especialmente negativo para muchos ámbitos y actividades. Posiblemente, el más evidente sea el turismo y los movimientos de personas, uno de los aspectos claves de la globalización. En este caso, además no estamos ante un juego de suma cero en el que unos países se benefician en detrimento de otros. Esto es así porque los países afectados son, fundamentalmente, los occidentales, que son los principales emisores y destinatarios del turismo internacional. En la medida en que el turismo es el consumo de no residentes, un impacto negativo sobre los movimientos de personas a nivel mundial conllevará unos efectos negativos sobre múltiples sectores que van desde los hoteles hasta los restaurantes pasando por las compañías aéreas, las marítimas o en general los sectores del ocio y de bienes de consumo. Si el turismo es tremendamente sensible al miedo y la incertidumbre, no lo son menos los mercados financieros y las decisiones de ahorro de los individuos. Fue Keynes quien determinó que uno de los principales motivos de ahorro de los individuos viene determinado por la precaución, es decir, por la necesidad de los individuos de protegerse frente a contingencias imprevisibles. En este contexto, el escenario actual favorece la inversión en activos refugio como puede ser el caso del oro, ciertas materias primas y productos energéticos o la renta fija y las divisas de países menos afectados por el actual clima de confrontación. En este sentido, no puede olvidarse que buena parte de la tensión actual se concentra en una región productora de crudo. Cualquier posible incremento de los precios energéticos es una fuente de ralentización de las tasas de crecimiento de la economía mundial, especialmente de los países que más dependen del suministro energético exterior, todo ello en un contexto que ya estaba dando muestras de debilidad.
Si tanto el turismo como los mercados financieros y la energía se ven afectados de manera implícita, hay dos sectores que se van a ver afectados de manera inmediata: las telecomunicaciones y la seguridad. En un mundo en continua transformación digital, acontecimientos como los del viernes 13 de Noviembre acentúan el control de las telecomunicaciones y el refuerzo de las medidas de seguridad. De hecho, si a alguien puede beneficiar el actual entorno, y ya es triste decir esto, es a las empresas vinculadas al mundo de la seguridad. En todo esto, hay una variable que no solemos considerar y que tiene un valor económico evidente. Me refiero al tiempo. Como ya anticipó Benjamin Franklin, time is money. ¿Se imaginan el coste de todo tipo que se generaría si se estableciera la actual dinámica de control de los aeropuertos a otros medios de transporte o a los centros comerciales o de ocio?
A este coste derivado de un empleo menos adecuado de un bien escaso como es el tiempo habría que añadir el riesgo adicional de aumento de las barreras proteccionistas para la circulación de bienes, servicios y personas. La incertidumbre y el miedo son el caldo de cultivo perfecto para frenar la actual globalización. En definitiva, malas noticias para el bienestar de la mayoría de la gente. Obviamente, los efectos dependerán de en qué medida estemos ante algo coyuntural o estructural. Lamentablemente, demasiados factores apuntan a que la incertidumbre ha venido aquí para quedarse y lo que suele llevar asociada no es demasiado bueno.
Autor:  Enrique verdeguer puig
Webgrafia: www.eleconomista.es

martes, 17 de noviembre de 2015

Los móviles chinos ponen en jaque a Samsung, LG y Sony por su mejor precio y similares características

El Xiaomi Mi3. Bloomberg.


La desaceleración de la economía china está ralentizando las ventas mundiales de teléfonos inteligentes, mientras que la mayor penetración de los terminales chinos pone en jaque a las empresas tradicionales como Samsung, según un informe presentado hoy por Standard & Poor's. Además, otro de los factores clave sería que los fabricantes  chinos ofrecen precios más baratos y características similares a las compañías tradicionales.
El informe destaca que el mercado de teléfonos inteligentes está sufriendo una ralentización a nivel mundial, ya que del crecimiento del 30% en 2014 se ha pasado a un 10% durante este año.
La principal razón que JungHong Park, uno de los autores del estudio, atribuye a esta bajada es "la desaceleración de la economía China", en la que en la primera mitad de este año 2015 ha disminuido un 1 % el volumen de ventas, y se trata del país donde se venden más teléfonos inteligentes de todo el mundo.
Otro factor relacionado con esta bajada es que muchos ciudadanos chinos compraron hace unos años su primer teléfono móvil, por lo que ahora sólo comprarían uno nuevo para renovarlo, una situación común en los países donde el mercado de móviles está consolidado.
Aún así, este "estancamiento" de las ventas también afectaría a EEUU y a Europa Occidental, mientras que se espera una "mayor demanda" en la India y en los países de Oriente Medio y África en los dos próximos años.
Por otro lado, compañías chinas como Xiaomi o Huawei han ganado terreno a nivel mundial y ponen en jaque a gigantes como Samsung, que pasó de ser la marca más vendida en China durante 2012 a estar en el cuarto puesto en la actualidad (detrás de Xiaomi, Huawei y Apple).
A nivel mundial, estas dos compañías chinas ya han superado a las empresas medianas como la surcoreana LG o la japonesa Sony y se sitúan por detrás de Samsung y Apple.

Más baratos y características similares

El informe explica que los fabricantes chinos ofrecen precios más baratos y características muy similares a los productos de compañías como Samsung, lo que hace que los consumidores se abran a nuevas marcas y no tengan fidelidad a su compañía pasada.
Quien rompe esta dinámica es Apple, que -según Andrew Chang, otro de los autores del informe- se mantiene "extremadamente fuerte" en el mercado y que basa su éxito en una "fuerte lealtad respecto a la marca", donde los consumidores la ven como un producto que aporta estatus a pesar de sus altos precios.
En el año 2014 se vendieron más de 1.300 millones de teléfonos inteligentes en el mundo, casi 300 millones más que en 2013, de los que un 40% se fabricaron en China, país que absorbió el año pasado algo más de 400 millones de unidades (en torno a un 30% del total mundial).

 Autor: EJE

Los miembros del G-20 abren la guerra contra el ISIS al atacar su financiación





En Antalya, a tan sólo 500 kilómetros de la frontera con Siria, los líderes del Grupo de los 20 se comprometieron ayer a detener al extremismo islámico frenando las vías de financiación que grupos terroristas como el Estado Islámico utilizan como cordón umbilical para organizar masacres como la ocurrida el pasado viernes en la capital francesa.

En un comunicado paralelo al mensaje rutinario con el que se culminará hoy el encuentro, los jefes de Estado y de Gobierno de las economías más importantes del mundo mostraron su compromiso para frenar el avance de Daesh (el término árabe para referirse a ISIS) e intentar alcanzar una solución a la guerra civil en Siria.

"Estamos preocupados por el creciente flujo de combatientes terroristas extranjeros y la amenaza que suponen para todos los Estados, incluidos los países de origen, tránsito y destino", indicaron los miembros del G-20 en el borrador al que tuvo acceso la agenciaReuters y Bloomberg.

Un profundo problema que no sólo centró buena parte de la atención durante la primera jornada de la cumbre sino que forzó a los países asistentes a buscar una mayor coordinación en el intercambio de información para destruir y bloquear las fuentes de financiación que permiten la subsistencia de grupos terroristas como ISIS.

En este sentido, los líderes del G-20 incidieron en la necesidad de que el Grupo de Acción Financiera Internacional actúe de forma mucho más rápida y efectiva a la hora hora de frenar a aquellos individuos que alimentan las cuentas del Estado Islámico y desmantelar el mercado negro de crudo que supone el principal pulmón de financiación para este grupo terrorista. Al mismo tiempo, también se busca poner freno a los recursos tecnológicos y de comunicación que permiten el desarrollo de atentados como el ocurrido hace poco más de 72 horas en París, que se cobró al menos 129 víctimas mortales.

Recordemos que se estima que ISIS ingresa hasta un millón de dólares diario a través de extorsiones y el cobro de impuestos sobre las provincias que controla en Irak y Siria. Desde la caída de la ciudad iraquí de Mosul, en junio de 2014, la organización terrorista ha acumulado fondos por valor de 875 millones de dólares, según un análisis elaborado por el New York Times. El rotativo apunta que el Estado Islámico se ha embolsado más de 600 millones derivados de extorsiones, otros 500 millones en robos bancarios, 100 millones de dólares procedentes de la venta de crudo en el mercado negro y alrededor de 20 millones en raptos y secuestros.

En estas circunstancias, la primera jornada del foro del G-20, que tradicionalmente está orientado a asuntos financieros y económicos que afectan a la economía mundial, estuvo caracterizada por un manto de luto que obligó a los jefes de Estado y de Gobierno a centrar su atención en buscar soluciones a un asunto que lleva acechando a la comunidad internacional en los últimos cuatro años y medio pero se ha intensificado en los últimos meses.

La cumbre de Antalya se celebra no sólo a dos días tras los atentados de París, sino apenas una semana tras el derribo de un avión ruso en la Península de Sinaí (Egipto), que causó más de 220 muertos. Además, el pasado 10 de octubre murieron 102 personas en un doble atentado suicida cometido durante una manifestación pacifista en el centro de Ankara, la capital turca.

"Vamos a redoblar nuestros esfuerzos, en colaboración con otros miembros de la coalición, para lograr una transición pacífica en Siria y eliminar a Daesh, una grupo que ha creado tanto dolor y sufrimiento a la gente de París, Ankara y otras partes del mundo", advirtió el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al término de su encuentro con su homólogo turco, Tayyip Erdogan. El anfitrión del encuentro, que ostenta la presidencia de turno del G-20, señaló que el mundo se enfrenta actualmente "al concepto de terrorismo colectivo". La capital turca sufrió un ataque el pasado mes al que Obama se refirió para manifestar la necesidad de una estrategia múltiple y una coordinación internacional para frenar el avance del grupo terrorista.
Un frente común

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, incidió en que las potencias económicas mundiales debe mantenerse unidas para enfrentar cualquier tipo de amenaza terrorista. "Estamos enviando un mensaje poderoso, el mensaje de que somos más fuertes que cualquier forma de terrorismo", aseguró. Merkel mantuvo encuentros ayer con el Rey Salman de Arabia Saudí y también habló con el presidente ruso Vladimir Putin.

Los líderes del G-20 presentaron un frente común en contra del terrorismo islámico, al tiempo que abordaron la crisis de los refugiados, un asunto en el que Turquía, país anfitrión del encuentro, juega un papel central. La Unión Europea (UE), representada en Antalya por la Comisión y el Consejo Europeos, y cinco países miembros (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España), negocia con Turquía un paquete de medidas y ayudas financieras para frenar la salida masiva de refugiados.

El país, que comparte fronteras con Siria e Irak, los dos grandes focos de inestabilidad en Oriente Medio, ha acogido ya a unos dos millones de refugiados. Sus esfuerzos para impedir la salida masiva de refugiados está considerada como elemental para frenar el éxodo migratorio hacia Europa, a donde los inmigrantes suelen llegar en botes desde la costa turca a numerosas islas griegas. Desde allí, miles de refugiados emprende todos los días la conocida como "ruta balcánica" hacia Europa central.

Aún así, Jean-Claude Juncker, el presidente de la Comisión Europea, instó a los europeos a no confundir a los atacantes en París con los refugiados que buscan cobijo tras la intensa guerra civil que azota a Siria desde hace casi cinco años de guerra. "No debemos mezclar las diferentes categorías de personas que vienen a Europa", dijo Juncker desde la cumbre del G20. El jefe del Ejecutivo europeo especificó que el atacante de París con pasaporte sirio era "un migrante que ha abusado del sistema" y que Europa no "necesita cambiar su enfoque general" sobre los refugiados sirios que llegan en masa a los 28 países miembros.

Al respecto, Juncker "invitó" a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE a no intentar cambiar la estrategia migratoria pactada pidiendo "seriedad" y recomendando a los líderes europeos de abstenerse a lo que consideró como "reacciones básicas" que podrían enturbiar el clima social en el viejo continente. Aunque el político luxemburgués no ofreció más explicaciones, sus palabras llegan después de que Polonia y Eslovaquia cargaran contra el plan de reubicación de refugiados insistiendo en los supuestos riesgos de acoger a musulmanes.
 
 
Autor: JOSE LUIS DE HARO
Webgrafia:  www.eleconomista.es

viernes, 13 de noviembre de 2015

La gran mayoría de economistas espera que la Fed suba las tasas en diciembre





WASHINGTON (EFE Dow Jones)— Hay un acuerdo casi unánime entre los analistas privados respecto a que la Reserva Federal comenzará a elevar las tasas de interés a corto plazo después de mantenerlas casi en cero por siete años.

Si la Reserva Federal sube las tasas de interés en diciembre, tal y como se espera, no tendrá prisa por volverlos a elevar, y no se prevé un segundo incremento antes de marzo, de acuerdo con los analistas económicos privados consultados por The Wall Street Journal.

Si bien el 92% de los economistas empresariales y académicos consultados por el Journal los últimos días prevén que la Fed comenzará a subir las tasas en diciembre, hay menos consenso sobre cuándo tendrá lugar la segunda subida. Las respuestas varían entre enero de 2016 y marzo de 2017, y la mayoría se centra en la primera mitad del próximo año.

Los representantes de la Fed han reiterado que el ritmo de las alzas es más importante que el momento en que se produzca el primer incremento de las tasas. Dada la baja inflación, el banco central ha indicado que no actuará rápido para subir las tasas de interés, que permanecen cerca de cero desde diciembre de 2008. “Estamos convencidos de que la economía evolucionará de manera que podamos actuar a un ritmo muy gradual”, dijo la presidenta de la Fed, Janet Yellen, la semana pasada en el Congreso.

El consenso apunta a que la Fed subirá el precio del dinero en la reunión que celebrará los días 15 y 16 de diciembre, lo mantendrá en el encuentro del 26 y 27 de enero, y volverá a subirlo tras la reunión del 15 y 16 de marzo o poco después. Casi la mitad de los economistas, el 49%, apuesta por una segunda subida en marzo, igual que en el sondeo del mes pasado. Un 19% prevé que será en abril y el 18% cree que ocurrirá en junio.

“Probablemente van a actuar muy despacio durante un tiempo”, afirma James F. Smith, economista jefe de Parsec Financial Management Inc, que apuesta por sendas subidas en diciembre y marzo.
Por su parte, Diane Swonk, economista jefa de Mesirow Financial, cree que la economía seguirá demasiado débil para soportar una senda rápida de subidas. La experta augura que la Fed actuará en diciembre y junio.

El Journal entrevistó a 63 economistas entre el viernes y el martes, aunque algunos no respondieron todas las preguntas.




Autor: BEN LEUBSDORF

Webgrafia: THE WALL STREET JOURNAL

jueves, 12 de noviembre de 2015

Su ‘smartphone’ lo puede estar convirtiendo en un mal inversionista

ILLUSTRATION: HARRY CAMPBELL




Para muchas personas la respuesta es sí, por una razón muy sencilla: tienden a tomar decisiones de inversión basadas en pérdidas a corto plazo en su portafolio, ignorando sus planes de inversión a largo plazo.
Los economistas conductuales llaman a esa tendencia “aversión miope a las pérdidas” y puede resultar tremendamente costosa.
Por ejemplo, algunos inversionistas entraron en pánico y vendieron sus acciones en medio de la crisis financiera de 2008, pese a que no planeaban jubilarse por mucho tiempo. La bolsa, por supuesto, se recuperó y el índice S&P 500 triplicó su valor desde marzo de 2009. La esperanza de cualquier inversionista es comprar a bajo precio y vender a uno alto. La aversión miope a las pérdidas hace que hagamos lo opuesto.
¿Qué tiene que ver eso con su teléfono inteligente? El principal catalizador de esa aversión miope a las pérdidas es la retroalimentación frecuente. Cuándo a la gente se le da una actualización frecuente sobre el desempeño de sus inversiones a través de un teléfono inteligente u otro aparato digital, es más probable que tomen malas decisiones financieras y posiblemente vendan en el momento equivocado.
Para entender por qué, considere lo que podría encontrar si sigue de cerca al índice S&P 500 a diferentes intervalos. Si revisa todos los días, hay una posibilidad de casi 47% de que el mercado haya bajado, basado en sus movimientos anteriores. ¿Pero qué sucede su revisa una vez al mes? Las cifras comenzarán a verse un poco mejor, ya que el mercado sólo habrá caído 41% de las veces. Mirar cada año es aún mejor, ya que el S&P genera un retorno positivo siete de cada 10 años. Y si revisa una vez cada década, sólo verá malas noticias en 15% de las ocasiones.
Perder seguridad
Hay evidencia sólida de que experimentar pérdidas a corto plazo, como darse cuenta que su portafolio está en territorio negativo, conlleva a tomar malas decisiones.
En un experimento de laboratorio de los profesores Richard Thaler, Amos Tversky,Daniel Kahneman y Alan Schwartz, los participantes fueron mucho más propensos a invertir en la opción más segura cuando recibían retroalimentación de manera más frecuente. Desafortunadamente, la inversión más segura también generaba retornos más bajos a largo plazo.
En un informe publicado en Quarterly Journal of Economics en 1997, los investigadores aseguran que “proveer a tales inversionistas con retroalimentación frecuente sobre sus resultados es probable que aliente sus peores tendencias… Más no siempre es mejor. Los sujetos que recibieron más datos fueron los que menos dinero ganaron”.
Lo cual me lleva al mundo digital. Dada la profusión de aparatos conectados, creo que la mayoría de la gente terminará mirando su portafolio de inversión con mucha más frecuencia en el siglo XXI de lo que lo habían hecho antes. Con el tiempo, esta abundancia de retroalimentación podría hacernos más vulnerables a la aversión miope a las pérdidas, ya que entre más revise los datos del S&P 500 habrá más posibilidad de que haya bajado. Para decirlo de otra forma, nuestro horizonte de inversión podría contraerse para reflejar la frecuencia de la retroalimentación.
Por supuesto, no estoy hacienda predicciones sobre el futuro del mercado bursátil: no tengo idea de qué va a suceder. Pero me pregunto si pronto llegaremos a un punto en el que los inversionistas que reciben retroalimentación con alta frecuencia estarán dispuestos a comprar bonos, ya que a veces los bonos bajan. Quizás insistan en quedarse sólo con efectivo.
Aunque no hay una cura para la aversión miope a las pérdidas, hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir su impacto. La primera es editar su mundo digital, asegurando que no se ahogue en información que no necesita. Hay que esconder la aplicación de acciones en el celular y evitar actualizaciones de mercado en los relojes inteligentes.
Y cuando mire su portafolio, es importante que encuentre formas de pensar a largo plazo. Quizás su balance de cesantías debería resaltar sus ingresos proyectados para la jubilación y no el porcentaje de ganancias o pérdidas durante el último año.
Al ayudar a la gente a enfocarse en las variables más significativas de sus vidas financieras, no sólo les evitamos preocupaciones innecesarias, sino que les ayudamos a evitar costosos errores de inversión.
—Shlomo Benartzi es profesor y copresidente del Grupo de Toma de Decisiones de Comportamiento de la Escuela de Negocios Anderson de la Universidad de California en Los Ángeles y autor de ‘The Smarter Screen: Surprising Ways to Influence and Improve Online Behavior’. (Algo así como La pantalla más inteligente: sorpresivas formas para influenciar y mejorar el comportamiento en línea).


Autor: SHLOMO BENARTZI
Webgrafia: THE WALL STREET JOURNAL

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Los 'sabios' de Alemania advierten: "El BCE está poniendo en riesgo la estabilidad financiera"

El grupo de expertos que asesoran en materia económica al gobierno alemán advirtieron este miércoles de que mantener los tipos de interés de la zona euro en los niveles actuales crea riesgos "significativos para la estabilidad financiera" y en último término podría amenazar la solvencia de las entidades financieras. Por ello, piden literalmente que el programa de compra de activos conocido como QE termine cuanto antes.
Utilizando un lenguaje especialmente duro, los expertos afirman que "si el nivel de los tipos de interés no se modifica en los próximos años, y la curva de la rentabilidad de la deuda sigue estando plana, esto podría afectar a medio plazo a la solvencia de bancos y aseguradoras".
"El BCE no está teniendo en cuenta los incipientes riesgos para la estabilidad financiera a la hora de tomar sus decisiones sobre política monetaria", afirman. 

Récord de empleo

Según las estimaciones de este grupo, la población con empleo cerrará este año ligeramente por encima de los 43 millones de personas, un récord histórico, y, el próximo, en los 43,3 millones.
La tasa de desempleo, por su parte, también se elevará ligeramente el año que viene y si el presente ejercicio concluirá en el 6,4%, en 2016 se situará en el 6,6%.
La evolución de los precios se dinamizará el año que viene aunque aún lejos del 2% que persigue el Banco Central Europeo (BCE), ya que tras el 0,3% de este año, el consejo asesor prevé que la inflación crezca un 1,2% en 2016.
El Estado alemán mantendrá su superávit, aunque del equivalente al 0,7% del producto interior bruto (PIB) de este año se pasará a un 0,2%.
En su informe anual sobre la economía alemana, el panel de expertos conocidos como 'los sabios' pronostica que la economía alemana crecerá un 1,7% este año y el 1,6% en 2016.
Los cinco economistas que forman el grupo describen además los costes de la actual crisis de refugiados como "asumibles" para el gobierno germano, y estiman que supondrá un coste adicional al previsto de 8.300 millones de euros en 2015 y de 14.300 milones el próximo año.

 Autor: elEconomista.es
Webgrafia: www.eleconomista.es

martes, 10 de noviembre de 2015

Los cinco dueños de la economía de Internet

PHOTO: STEVE DININNO




Tradicionalmente, el hardware informático ha sido una de las columnas vertebrales de las operaciones empresariales. Hoy, la economía de Internet es sostenida por una infraestructura que se ha vuelto virtual y que es controlada por un puñado de gigantes de la tecnología.

Estas empresas ofrecen búsquedas en línea, mensajería, publicidad, aplicaciones, computación y almacenamiento a la carta, y se han posicionado no sólo para potenciar las operaciones de sus clientes, sino para extraer un valor extraordinario a medida que se expanden.

La evidencia más reciente quedó de manifiesto en las ganancias récord y crecientes capitalizaciones bursátiles de estas compañías. Facebook Inc., por ejemplo, reportó un aumento interanual de 41% en sus ingresos trimestrales, que fueron impulsados por un enorme salto en la publicidad en los dispositivos móviles. El valor de mercado de la red social estadounidense excede los US$300.000 millones.

Los resultados son igual de impresionantes en el caso de otros gigantes tecnológicos, como Microsoft Corp., Amazon.com Inc. y Alphabet Inc., la matriz de Google, que han creado plataformas en Internet que les permiten generar ingresos a medida que los consumidores y compañías buscan conectarse unos con otros.

Una empresa que esté tratando de establecer una marca no puede pasar por alto los 1.000 millones de usuarios diarios altamente activos de Facebook. Cualquiera que esté formando un negocio tiene que asegurarse de que aparezca en las búsquedas de Google. Quien desee vender un producto lo querrá hacer a través de Amazon. Cualquier diseñador de aplicaciones móviles necesita que estén disponibles en las tiendas en línea de AppleInc. o Google. Un anunciante con un video para promocionar tiene que estar presente en YouTube, también de Google, mientras que los productores que venden música, películas y series de televisión distribuyen sus títulos a través de iTunes, de Apple, o Amazon Video.
 
 
estos colosos han invertido miles de millones de dólares en centros de datos y hardware computacional para administrar sus propias operaciones y, a la vez, proveer servicios gratuitos o a bajo costo a startups y muchas grandes corporaciones. Numerosos ejecutivos de Silicon Valley están convencidos de que estas firmas ya se han vuelto un engranaje fundamental del ecosistema empresarial.

“Ahora se pueden observar ecosistemas construidos alrededor de todas estas empresas”, dice Enrique Salem, director gerente de Bain Capital Ventures y ex presidente ejecutivo de Symantec Corp. “Está ocurriendo un cambio de plataforma”.

En otras palabras, estas compañías poseen el equivalente digital de las líneas férreas en los precisos momentos en que la web entra en una nueva etapa de crecimiento.

“Estamos atravesando por una expansión del tamaño total de la tecnología, ya sea la computación en la nube, los dispositivos o las redes sociales”, señala Aaron Levie,presidente ejecutivo de la firma de intercambio de archivos en la nube Box Inc., una de las nuevas empresas del sector.

A medida que aumentan los ingresos, los gigantes pueden gastar más dinero que sus rivales para mejorar sus servicios.

“Todas estas compañías están operando en industrias en las que la escala es recompensada y donde hay un nivel muy alto de intensidad de capital que se requiere para siquiera competir”, asevera Karl Keirstead, analista sénior de Deutsche Bank Securities.

Facebook, que asegura que 1.550 millones de personas ingresaron a la red social durante septiembre, se ha convertido en un canal de publicidad particularmente importante. La red social parece haber capturado el mercado de anuncios en teléfonos inteligentes, el cual representó 78% de sus ingresos publicitarios en el trimestre más reciente, frente a 66% en igual lapso del año previo. También alberga páginas gratuitas para 45 millones de pequeñas y medianas empresas, permitiéndoles interactuar con potenciales clientes en cualquier parte del mundo.

El valor de mercado de Amazon prácticamente se ha duplicado en 2015, principalmente por la fortaleza de su división de computación en la nube. Además del comercio electrónico, el minorista estadounidense fue pionero en la venta de almacenamiento de datos y procesamiento por uso a otras empresas. Su unidad de computación en la nube, Amazon Web Services (AWS), dice tener más de 1 millón de cuentas activas, incluyendo las de startups de alto perfil como Uber Technologies Inc., Airbnb Inc. y Pinterest Inc., así como agencias de gobierno y muchas empresas reconocidas.

Google y Microsoft, por su parte, han realizado grandes inversiones para fortalecer sus servicios en la nube. Han igualado los recortes de precios de AWS, sumado centros de datos y productos de software en línea, y desarrollado innovaciones de forma interna que van mucho más allá de la computación.

El presidente ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, ha apostado a los servicios en la nube para reducir la dependencia de su negocio de computadoras personales, que se está reduciendo. Si bien su servicio Azure ofrece ventajas especiales a los usuarios de larga data de sus software Windows y Office, más de 40% de sus ingresos proviene de startups, señala Takeshi Numoto, vicepresidente a cargo de marketing de empresas y servicios de nube de Microsoft.

Empresas más tradicionales también están entrando al campo de batalla. El conglomerado industrial alemán ThyssenKrupp AG, que fabrica ascensores entre otros productos, colaboró con Microsoft para crear un sistema en la nube que recopila datos como la frecuencia con que se abren y se cierran las puertas, cuenta Patrick Bass,presidente ejecutivo de la filial en Norteamérica de la empresa.

No todas las labores de computación se están trasladando a la nube. Se estima que las empresas en industrias como los servicios financieros y la salud mantengan la mayoría de sus operaciones en sus centros de datos, en parte debido a las regulaciones sobre cómo deben gestionar las transacciones y datos de los clientes.

Sin embargo, los partidarios de la computación en la nube vaticinan que muchas de esas barreras se desmoronarán. Rob Alexander, director de tecnología de Capital One Financial Corp., indicó el mes pasado que las nuevas protecciones de seguridad desarrolladas con el servicio de AWS deberían permitirle a la firma estadounidense de tarjetas de crédito operar incluso con mayor seguridad en la nube que en sus computadoras.
 

Autor: Don Clark y Robert McMillan
Webgrafia: THE WALL STREET JOURNAL