lunes, 9 de marzo de 2015

¿Cuánto puede durar el auge del Nasdaq?

La torre Nasdaq en Times Square. Nasdaq OMX Group
El Nasdaq, el indicador bursátil que sirve de barómetro de la industria tecnológica, ha vuelto a los niveles que alcanzó durante el apogeo de la burbuja punto como a finales de los años 90. ¿Es la actual alza sustentable?
El índice, en el cual cotizan empresas como Apple y Google, GOOGL 0.00% acumula un aumento de 4% este año y se encamina a superar el desempeño del S&P 500 por cuarto año consecutivo.
No obstante, el mercado alcista ya dura seis años lo que eleva las probabilidades de que los retornos decepcionen. “Aunque los componentes psicológicos de una manía no están presentes, los valores de los activos siguen siendo muy altos”, advierte David Levy, presidente del Centro de Pronósticos Jerome Levy, una consultora que ayuda a desarrollar estrategias de inversión.
Los inversionistas que se sienten atraídos por los avances del Nasdaq debieran seguir una estrategia distinta a la que imperó durante la burbuja puntocom. No hay que mirar al Nasdaq como una clase de activo o pensar que las empresas de tecnología son máquinas de hacer dinero. En su lugar, hay que considerar al índice como el hogar que alberga a muchas compañías que crecen en forma acelerada o tienen el potencial de hacerlo y decidir cómo ese crecimiento se ajusta a su portafolio sin agregar demasiado riesgo.
Tras alcanzar su nivel máximo el 10 de marzo de 2000, el Nasdaq se derrumbó 59% en los próximos doce meses y tocó fondo el 9 de octubre de 2002. Los inversionistas fueron duramente castigados, pero la expansión de Internet, el ascenso de los teléfonos inteligentes y de las redes sociales transformaron la economía. Los valientes que invirtieron en ese momentos han sido generosamente recompensados: el Nasdaq se ha más que cuadruplicado desde su mínimo de 2002.
Apple, el mayor componente del Nasdaq, pasó a integrar este mes el Promedio Industrial Dow Jones, una señal de la creciente importancia del sector tecnológico en la economía. Apple es en este momento la empresa de mayor capitalización bursátil del mundo.
A fines de 1999, los 10 principales componentes del Nasdaq acumulan un valor de mercado de US$2,2 billones (millones de millones) y sus ganancias rondaban los US$26.400 millones, según cálculos de la consultora Ned Davis Research. A fines de febrero de este año, el valor de las 10 principales empresas del Nasdaq asciende a los US$2,6 billones, pero se han quintuplicado para ubicarse en torno a los US$131.200 millones. “Sus ingresos y sus ganancias están cumpliendo las expectativas”, dijo Amy Lubas, estratega de tecnología de Ned Davis Research.
La composición del Nasdaq ha cambiado mucho desde el estallido de la burbuja. A fines de 1999, 70% del índice correspondía a empresas de informática y telecomunicaciones, medido por capitalización de mercado, según Ned Davis Research. A fines de febrero, la cifra que representan los dos sectores había caído a 45%. Además, esta clase de distinciones ha perdido relevancia a medida que la innovación se propaga por toda la economía. Amazon.com, AMZN -0.40% una empresa estrechamente ligada a Internet, no figura en los índices S&P Dow Jones junto a otras empresas de tecnología, sino en la nueva clasificación de “consumo discrecional”.
No todas las firmas de tecnología son parte del Nasdaq. Alibaba Group Holding,BABA -0.27% Twitter TWTR +0.02% y Oracle ORCL -0.92% cotizan en la Bolsa de Nueva York.
Las compañías de tecnología, igualmente, afrontan desafíos diversos. Hay una gran diferencia entre una red social que trata de generar ganancias de una base de usuarios que se expande a toda velocidad y una firma de software que trata de lidiar con el cambio hacia la computación en la nube.
Los inversionistas no meten a todas las tecnológicas en el mismo saco. La acción de Netflix, por ejemplo, ha subido 33% en lo que va del año, mientras que la de MicrosoftMSFT 0.00% ha descendido 8,8%.
Aunque las diferencias entre las empresas de tecnología son múltiples, las empresas de crecimiento acelerado pueden tener muchos aspectos en común. La mala noticia para los inversionistas es que las señales de crecimiento no son siempre algo positivo.
Las acciones de crecimiento rápido ofrecen retornos más bajos a largo plazo, indica Kenneth French, profesor de finanzas de Dartmouth College y copresidente del comité de política de inversión de la empresa de fondos de inversión Dimensional Fund Advisors. French define las acciones de crecimiento como aquellas en que el precio de la acción es alto en relación al valor contable de sus activos.
Los estudios han encontrado que las acciones que son baratas al usar el mismo criterio tienden a superar el desempeño del mercado a largo plazo, al igual que las acciones de capitalización baja.
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Autor:
Liam Pleven y Liz Moyer

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