FRÁNCFORT (EFE Dow Jones)--El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, anunció el lunes que la entidad está preparada para relajar aún más la política monetaria si fuera necesario para combatir la debilidad económica de la eurozona y evitar que la inflación se mantenga demasiado baja durante un tiempo prolongado.
Sus comentarios dejan la puerta abierta a las compras de deuda soberana a gran escala, una medida que han aplicado de forma agresiva los bancos centrales de Estados Unidos, Reino Unido y Japón, y a la que se ha resistido el BCE.
"Estamos preparados para utilizar medidas extraordinarias adicionales dentro de nuestro mandato, y alterar el tamaño y/o la composición de nuestras intervenciones no convencionales si fuera necesario para gestionar los riesgos de un periodo demasiado prolongado de baja inflación", dijo Draghi en un discurso preparado para el Parlamento Europeo.
El BCE ha adoptado importantes medidas de estímulo desde junio, cuando anunció un paquete de rebajas de tipos de interés y de préstamos baratos a cuatro años para los bancos. Posteriormente, en septiembre, anunció una nueva rebaja del precio del dinero y compras de bonos de titulización y bonos garantizados para aumentar su balance.
En cuanto a la evolución económica de la región, el Producto Interior Bruto se estancó en el segundo trimestre y los indicadores que se han publicado desde el verano apuntan a que este trimestre también será flojo. "Los riesgos que rodean la esperada expansión son claramente bajistas", dijo Draghi.
La inflación anualizada se situó en el 0,4% en agosto, por debajo del objetivo del BCE de situarla justo por debajo del 2%.
Draghi dijo que hay límites en lo que el BCE puede hacer para impulsar el crecimiento, a menos que los esfuerzos coincidan con reformas económicas para impulsar el potencial de crecimiento del bloque.
"Ningún estímulo monetario --ni fiscal-- puede tener jamás un efecto significativo sin reformas estructurales", dijo.
Por