Los alumnos de la ciudad china de Shanghái son los que tienen un mayor nivel de educación financiera, indica un estudio de la Ocde, el primero a gran escala sobre la materia y que evaluó a unos 29.000 alumnos de 13 países y economías del organismo y otros cinco asociados.
Se trata de la primera vez que el informe Pisa analiza esa capacidad, que tuvo en cuenta su conocimiento de asuntos como la gestión de cuentas y tarjetas bancarias, la planificación de sus finanzas, la comprensión de los riesgos, intereses o impuestos, y de sus derechos y deberes como consumidores.
Elaborado en 2012 a través de una prueba escrita y de un cuestionario sobre el alumno y su instituto, los estudiantes de Shanghái obtuvieron una media de 603 puntos, frente a los 379 del país peor situado, Colombia.
Los alumnos de Flandes (Bélgica), con 541 puntos, destacaron igualmente en un listado en el que por encima de la media de 500 de la Ocde se colocaron también Estonia (529), Australia (526), Nueva Zelanda (520), República Checa (513), Polonia (510) y Letonia (501).
Se vieron relegados a los últimos puestos de ese listado, por otra parte, Italia (466), Eslovaquia (470), Israel (476), Croacia (480) y España (484), mientras que el rendimiento de Eslovenia (485), Francia (486), Rusia (486) y EEUU (492) se acercó a la media global.
El análisis, elaborado con la colaboración del banco español BBVA, revela que solo el 3,8 % demostró un nivel de excelencia, y que apenas uno de cada diez pudo resolver las preguntas más difíciles, que implicaban por ejemplo el coste de una transacción o calcular el balance de una cuenta.
El 15,3 % de media que no llegó a un nivel básico demostró que, como mucho, era capaz de reconocer el uso de documentos financieros habituales, como una factura, y de tomar decisiones sencillas sobre gasto cotidiano.
El informe destacó que un mejor resultado de un país en materia financiera no se asocia de forma directa, pese a lo que pudiera parecer, a los mejores resultados en matemáticas y lectura en otros informes Pisa, pero sí está vinculado al entorno socio-económico.
El estudiante de un ambiente bueno o privilegiado obtuvo, de media, 41 puntos más que otro con menos posibilidades, mientras que, en general, los estudiantes nativos del país en cuestión aventajaban a los inmigrantes con un estatus similar.
Las chicas y los chicos anotaron una puntuación parecida, a diferencia de lo que sucede entre los adultos, pero se registró mayor número de chicos en el nivel de rendimiento superior.
La Ocde señaló que más del 70 % de los adolescentes de la comunidad flamenca de Bélgica, Estonia, Francia, Nueva Zelanda y Eslovenia poseían una cuenta corriente, frente a menos del 30 % de Israel, Colombia o Polonia, y constató que en 9 de los 13 países de la Ocde el resultado fue mejor en aquellos con una.
La Ocde señaló que más del 70 % de los adolescentes de la comunidad flamenca de Bélgica, Estonia, Francia, Nueva Zelanda y Eslovenia poseían una cuenta corriente, frente a menos del 30 % de Israel, Colombia o Polonia, y constató que en 9 de los 13 países de la Ocde el resultado fue mejor en aquellos con una.
El respectivo Producto Interior Bruto (PIB) per cápita, en cambio, solo está detrás del 16 % de la variación entre los resultados de un país y otro.
Y, por último, el organismo vio una relación directa entre la nota registrada y el interés del alumno hacia el aprendizaje y su perseverancia: La diferencia entre quienes aseguraron que les gustaba resolver problemas complejos y aquellos que no, se situó, según la Ocde, en 31 puntos.
el COLOMBIANO, Publicado el 9 de julio de 2014
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