El Banco Central de Japón ha recibido con agrado alguna noticia a primera hora en la sesión asiática, con la subida de la inflación subyacente por primera vez en 5 meses en febrero. El IPC nacional, sin incluir alimentos, ha subido un 0,1 por ciento interanual, lo que está por encima de las previsiones, y por encima de la bajada del 0,1 por ciento del mes pasado. No obstante, los precios, sin incluir los alimentos y la energía han bajado aún un 0,6 por ciento interanual; pero no ha estado tan mal como el -0,9 por ciento del consenso y la caída del 0,9 por ciento de la última vez. Por lo que respecta a los datos más actualizados, los precios subyacentes de Tokio han bajado un 1,0 por ciento interanual, lo que sugiere que el Banco Central de Japón tiene mucho que hacer para cortar la espiral deflacionaria actual.
Por lo que respecta al resto de datos, la tasa de desempleo de Japón ha bajado hasta el 4,5 por ciento, desde el 4,6, mientras que el ratio empleo/solicitudes ha mejorado hasta el 0,75, desde el nivel de 0,73 (75 puestos de trabajo disponibles por cada 100 trabajadores). Esta mejoría en el sentimiento se ha dejado notar en los datos del gasto de los hogares, que indican un aumento del 2,3 por ciento interanual; muy por encima de la bajada del 0,5 por ciento prevista, lo que supone recuperar todo el terreno perdido en enero.
Las cifras de la producción industrial de Japón han sido sorprendentemente malas en febrero, con la primera bajada en 3 meses, al caer un 1,2 por ciento intermensual. Al empezar a debilitarse el yen en febrero, los mercados han esperado un resultado mejor. No obstante, las predicciones de la producción manufacturera se han mostrado más optimistas y se han animado más con los indicativos revisados un 2,6 por ciento al alza frente al 1,7 por ciento anterior; y las perspectivas de abril también han tendido a subir, aunque no de forma muy agresiva. La mejora del tono de las perspectivas sugeriría que es posible que en el primer trimestre recibamos una encuesta Tankan más animada el lunes, cuando se prevé su publicación.
La actividad a primera hora en el par dólar-yen se ha centrado en las bajadas, con la búsqueda de stop rápidos por debajo de 82,0 como el asunto principal. La cuestión de la repatriación también ha sido una cuestión destacada, con ventas del cruce con yen, pero los pares de la divisa han hallado soporte tras el acuerdo, y el par dólar-yen ha cotizado por encima de 82,0 durante el resto de la mañana.
El repunte a corto plazo del euro se ha visto abortado anoche, con la publicación de los malos datos de la confianza de la eurozona y el desempleo de Alemania. Esto ha contribuido a una nueva bajada de la moneda única, mientras que la huelga general en España y las lúgubres perspectivas de la OCDE sobre la economía europea han incrementado la presión. Las compras de dólar para reequilibrar el mes también han tenido su importancia, mientras que el yen se ha beneficiado de los nuevos flujos de repatriación al acercarse el final de mes, trimestre y año financiero. El PIB ha tenido un resultado relativamente bueno, pese a los precios más bien malos de la vivienda, la oferta de dinero y los datos de aprobaciones de hipotecas.
Los datos de Estados Unidos han tenido un poco de todo, con el PIB del cuarto trimestre de Estados Unidos sin cambios desde las estimaciones de primera hora; pero las solicitudes de desempleo han sido decepcionantes, con 359.000, frente a las 350.000 previstas, con una fuerte revisión alcista de los datos de la semana pasada hasta las 364.000 frente a las 348.000. El índice de confort del consumidor de Bloomberg ha mejorado marginalmente hasta -34,7 desde -34,9. Y otra de las encuestas de actividad del sector manufacturero ha mostrado una tendencia a la ralentización. En esta ocasión, el índice de actividad del sector manufacturero de la Fed de Kansas City ha caído hasta el 9 desde el 13, por debajo de las perspectivas que se han mantenido sin cambios en 13. El presidente de la Fed, Bernanke, ha repetido sus conciliadoras declaraciones. Wall Street se quitó de encima las pérdidas de primera hora, para acabar con un cierre mixto, con un repunte en el DJIA del 0,15 por ciento, aunque e
el S&P y el Nasdaq cayeron un 0,16 y un 0,31 por ciento respectivamente.
Andrew Robinson
analista de divisas
Saxo Bank
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