viernes, 20 de diciembre de 2013

Tecnologías de vigilancia proveen datos que valen fortunas para los inversionistas

 

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CUSHING, Oklahoma, EE.UU.—Un helicóptero pasó volando a baja altura y apuntó una cámara infrarroja hacia los enormes tanques de almacenamiento en esta zona industrial. Su misión: obtener información para Wall Street.
 
Las imágenes revelaron la cantidad de crudo que había en cada tanque, lo que le dio a Genscape Inc., la empresa que realiza los vuelos, un anticipo muy acertado de un informe del gobierno estadounidense sobre recursos petroleros que movería los mercados. Los operadores, ansiosos por adelantarse a las cifras oficiales, están dispuestos a pagar grandes sumas por esa información.
 
RS Metrics (análisis); Astrium (imagen)
Imágenes infrarrojas de cultivos en São Paulo pueden indicar su productividad. Las partes rojas muestran hace cuánto habrían sido regados.
Genscape se encuentra a la vanguardia de un creciente sector que utiliza métodos de vigilancia y sofisticadas tecnologías de análisis de datos para proporcionar a los corredores información no pública sobre temas como los suministros petroleros, la producción de electricidad, el tráfico minorista y el rendimiento de los cultivos.
 
Las técnicas, que son legales, representan el último avance en la vieja práctica de Wall Street de buscar hasta la más mínima ventaja en el corretaje. No obstante, el alto costo de la nueva información —el informe de suministros petroleros de Genscape cuesta US$90.000 al año— implica que ciertas formas de efectuar operaciones se vuelven cada vez más un ámbito para firmas con grandes recursos.
 
El presidente ejecutivo de Genscape, Matthew Burkley, señala que este tipo de inspección aporta transparencia en mercados que han sido dominados por gigantes energéticos. Aunque a algunas empresas de energía les molesta esta forma de obtener información, dice, "nadie puede impedir que hagamos lo que hacemos".

Además de monitorear estos suministros en el estado de Oklahoma, Genscape rastrea cargamentos de petróleo que salen de puertos europeos utilizando 800 estaciones de antenas, graba videos de trenes que transportan crudo y los sigue hasta sus destinos, calcula la cantidad de carbón que se quema en EE.UU. y Europa occidental, e incluso estudia los rendimientos de los cultivos usando, entre otras cosas, imágenes satelitales.

RS Metrics (análisis); Astrium (imagen)
Una imagen satelital del estacionamiento de Oak Park Mall en Overland Park, Kansas, ayudó a determinar el tráfico de clientes en grandes cadenas minoristas.
Otras empresas también están en este juego. Remote Sensing Metrics LLC se ha unido a firmas de satélites, como DigitalGlobe, DGI -0.67%para analizar las ventas de grandes cadenas minoristas, como Lowe's y Target, contando la cantidad de autos en sus estacionamientos. DigitalGlobe emplea satélites también para evaluar las cosechas y el nivel de destrucción en lugares afectados por desastres naturales.
"Con las nuevas fuentes de inteligencia disponibles, la gente encuentra nuevas formas de aprovecharlas para sacar ventaja", apunta Tony Frazier, vicepresidente de DigitalGlobe.
 
Andrew Lo, profesor de finanzas del Instituto Tecnológico de Massachusetts, dice que los avances en la tecnología pueden hacer que los mercados sean más eficientes pero también pueden plantear interrogantes sobre si es justo. "Puede sacar a inversionistas con menos información del mercado", afirma. "¿Es la información tan valiosa, tan difícil de obtener, que sólo unas cuantas personas pueden obtenerla? Eso crea un obstáculo para el ingreso".
 
La ciudad de Cushing es el punto de entrega de los contratos estadounidenses del petróleo de referencia West Texas Intermediate, un crudo dulce y ligero que comúnmente se refina a gasolina. Una acumulación de petróleo en Cushing indica que hay una oferta abundante y los precios tienden a descender en la Bolsa Mercantil de Nueva York. Cuando las provisiones caen, los precios suelen aumentar.
 
Cada semana, la Administración de Información de Energía de EE.UU. (EIA, por sus siglas en inglés), publica una encuesta que incluye los niveles de almacenamiento en Cushing. Genscape normalmente emite su informe dos días antes. Entre julio y finales de noviembre, sus informes predijeron la dirección de todos los cambios en el reporte de la EIA.
 
Durante el reciente cierre parcial del gobierno de EE.UU., cuando se retrasó la publicación del sondeo de la EIA, Genscape fue la principal fuente de información para inversionistas sobre las provisiones en Cushing. Genscape divulgó una versión gratuita al público el día en que debería haber salido el informe oficial, pero para ese entonces, sus clientes ya lo habían tenido en sus manos por varios días.
Entre los clientes de Genscape figuran bancos como Goldman Sachs Group Inc., J.P. Morgan Chase JPM -0.02%& Co. y Deutsche Bank AG, DBK.XE +0.98%fondos de cobertura y grandes firmas de corretaje de energía. La vigilancia y el análisis de los sectores petrolero, eléctrico y de gas natural pueden costarles más de US$300.000 al año.
 
Genscape rastrea la producción de electricidad colocando sensores en propiedades privadas cercanas a plantas eléctricas y líneas de transmisión, que monitorean los campos eléctricos y magnéticos que generan. La firma utiliza algoritmos para calcular la producción y transmisión de electricidad.
 
El 23 de agosto de 2011, hubo un terremoto en el estado de Virginia que causó la clausura de una planta de energía nuclear de propiedad de Dominion Resources Inc., D -0.43%a la 1:51 de la tarde. Un minuto más tarde, Genscape envió una "alerta de planta" a clientes que indicaba que la generación de electricidad estaba afectada en la planta. Un equipo de operadores de Morgan Stanley MS -2.46%en el estado de Nueva York vio la alerta y se percató de que el incidente impulsaría la demanda de electricidad de otras plantas para satisfacer el déficit, causando un aumento en los precios. Los corredores compraron contratos de electricidad ligados a la demanda de energía de la región este de EE.UU. que se beneficiarían del movimiento, según una persona al tanto. Un vocero de Morgan Stanley no quiso hacer comentarios.
 
Genscape cuenta con unos 4.000 sensores electromagnéticos cerca de líneas de transmisión y plantas eléctricas en todo el mundo. También utiliza fotos infrarrojas de columnas de humo en plantas eléctricas para determinar si están produciendo. Las operadoras de las plantas no pueden impedirlo debido a que Genscape les paga a dueños de propiedades privadas para colocar sensores en sus tierras.
 
Los corredores de energía Sterling Lapinski y Sean O'Leary fundaron Genscape en Louisville, Kentucky, en 2000. Lapinski dice que los operadores sin acceso a información de las empresas energéticas tenían una "desventaja enorme". Con tecnología inalámbrica y la ayuda de ingenieros, explica, la empresa elaboró un sistema para monitorear las frecuencias eléctricas que salían de las plantas y crear algoritmos para transformar los datos en información útil.
 
Genscape recibió financiamiento de capital de riesgo y se expandió a monitorear la generación eléctrica en todo EE.UU. y en Europa. El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. se hizo cliente tras el 11 de septiembre de 2001, indica Genscape. La agencia recibió un informe sobre la tecnología de la firma, al igual que la Agencia Central de Inteligencia (CIA). El Departamento de Seguridad Nacional y la CIA no hicieron comentarios.
 
En 2006, Genscape fue comprada por una división estadounidense de la empresa de medios británica Daily Mail & General Trust DMGT.LN -0.49%PLC por más de US$100 millones, y en 2009, comenzó a usar helicópteros para inspeccionar los suministros petroleros en Cushing.
 
Por  MICHAEL ROTHFELD  SCOTT PATTERSON
—Christian Berthelsen contribuyó a este artículo.

lunes, 16 de diciembre de 2013

EE.UU. debe superar el test de Bernanke

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Durante su reunión de política monetaria de esta semana, la Reserva Federal de Estados Unidos tiene que tomar una delicada decisión en un momento en que cifras económicas más robustas y un acuerdo fiscal en Washington han avivado el debate sobre si es hora de que el banco central reduzca su programa de compra de bonos.

El presidente de la Fed, Ben Bernanke, diseñó en junio una prueba de tres partes, basada en empleo, crecimiento e inflación, para recortar las compras de bonos que ahora ascienden a los US$85.000 millones al mes. Dijo que el comité de políticas de la entidad desea ver avances en el empleo, respaldados por un mayor dinamismo económico y una tasa de inflación que suba hacia su meta de 2% al año.

"Si los datos siguientes son ampliamente consistentes con esta predicción, el comité actualmente anticipa que sería apropiado moderar el ritmo mensual de compras más adelante este año", dijo Bernanke en una conferencia de prensa. 

Las cifras más recientes muestran progresos en los primeros dos criterios, pero no en el tercero. El debate al interior de la Fed girará probablemente en torno a si los avances son lo suficientemente sólidos como para superar el test de Bernanke.

Donald Kohn, ex vicepresidente de la Fed, indicó el viernes que esperaría hasta el próximo año antes de reducir las compras de bonos. Sin embargo, cree que las probabilidades de que el banco central decida iniciar los recortes el miércoles son superiores a 50%. "Yo esperaría. Pero es una decisión muy difícil", aseveró.

La mejora en las cifras de empleo parece satisfacer el primer requisito de Bernanke. Las empresas sumaron 203.000 plazas laborales en noviembre, lo cual significa que la economía estadounidense creó un promedio de 195.000 empleos mensuales durante los últimos 12 meses. La cifra supera con creces el promedio de cerca de 150.000 empleos mensuales creados en el año terminado en septiembre de 2012, cuando se lanzó el programa de compra de bonos.

Mientras tanto, la tasa de desempleo cayó de 7,8% en septiembre de 2012 a 7% en noviembre. Las cifras son mucho mejores que el cálculo de la Fed en septiembre de 2012, cuando proyectó que la tasa de desocupación se ubicaría entre 7,6% y 7,9% a finales de este año. Esto podría considerarse como una mejora significativa del mercado laboral desde el inicio del programa.

Las perspectivas de crecimiento económico también parecen haber mejorado. Las sólidas ventas minoristas de noviembre mostraron que los consumidores estadounidenses se están llevando la mano al bolsillo.

Además, el acuerdo sobre el presupuesto de la nación que sería aprobado por el Senado estadounidense esta semana reduciría la incertidumbre y las limitaciones al gasto federal que representaron un lastre para la economía durante el último año. El acuerdo elimina el peligro de otro cierre del gobierno en enero y permite alzas del gasto fiscal en 2014 y 2015.

A la mejoría en los pronósticos, no obstante, hay que añadir un par de advertencias. La tasa de desempleo ha caído en parte debido a que muchas personas han dejado la fuerza laboral, lo que significa que no se contabilizan más como desempleados.

El Producto Interno Bruto se expandió a una tasa anualizada de 3,6% en el tercer trimestre, pero el aumento se atribuyó principalmente a la acumulación de inventario.

Un argumento en contra de que la Fed empiece esta semana a disminuir su programa de compra de bonos es que la inflación no se está moviendo hacia la meta del banco central y parece estar yendo en la dirección contraria. La medida favorita de la Fed para medir los precios al consumidor, el índice de precios de gastos de consumo personal del Departamento de Comercio, cayó a una tasa anualizada de 0,7% en octubre, menos de la mitad de la meta de 2%.

Puesto que la prueba de Bernanke no arroja resultados claros, el comité de políticas de la Fed podría tomar en cuenta otros factores.

La Fed tiene otra condición para continuar con el programa de compra de bonos, el cual apunta a mantener bajas las tasas de interés a largo plazo para estimular el crecimiento y el empleo: Los funcionarios dicen que se detendrán si los costos del programa superan los beneficios.

El organismo teme que los costos, como el riesgo de una burbuja financiera u otras interrupciones del mercado, aumenten a medida que acumula más bonos. También cree que los beneficios se desvanecen con el tiempo.
 
 
La Fed no ha explicado cómo sabrá si los costos exceden los beneficios. Pero ese momento aún no ha llegado dijo el mes pasado la vicepresidenta de la Fed, Janet Yellen, durante una audiencia en el Senado. Se cree que los legisladores la confirmen esta semana como la sucesora de Bernanke.
Debido a esta relación costo-beneficio, el banco central parece más inclinado a empezar a dejar de lado las compras de bonos como una herramienta para influenciar las tasas a largo plazo y depender más de comunicar claramente sus planes para las tasas a corto plazo.
La Fed ha insistido en que no elevará las tasas a corto plazo hasta que el desempleo en EE.UU. caiga a al menos 6,5%, siempre y cuando la inflación esté contenida.
 
Por PEDRO NICOLACI DA COSTA y JON HILSENRATH.
W.S.J. December 16, 2013, 12:02 a.m. ET